Respiremos el aire atrapado
en nuestros silencios esquivos
que se evapora contaminado
por tus palabras escondedoras
de la realidad. Soy el absurdo
de tus besos y necesidad de
cariño estertoreo. Nada más
cruel que seguir fingiendo
ausencias e ir tirándole palabras
a la distancia cieguita y que no reaccione
a nada.
Es motivo de nuestra espera: La prueba
que nadie lleva a sus espaldas y no
pretendemos desprendernos de ella.
(nos gusta lastimarnos)