jueves, 29 de mayo de 2014

extrañar

Se espesa la paciencia que se sirve, en platos hondos, con el cucharón de
recuerdos asfixiados de olores pequeños y sonrientes.
Las alas que habían nacido del unicornio fueron pegadas al
feto del discurso que habías preparado para revolcarmelo  en los
gajos de mandarina a medio comer.
No te sirvió de nada.
-pero dicen que la nada es todo-



entonces pienso. y se me oxida el andar.

viernes, 23 de mayo de 2014

sin evolución.

Aplastadas las pestañas por las pesadillas recurrentes de las hojas
bailarinas, es que el cuerpo se cansa, abrigado por distancia, de tener que
estirar los olores de los ladridos.
La pesadez de las acciones, la tibieza de la monotonía y el dolor
de los dedos congelados. Ilusiones, magia, trucos sin sentidos y estafas
premeditadas al dibujo apocalíptico.

No te extraño oruga. Sólo te envidio porque aún no salgo del capullo.

martes, 20 de mayo de 2014

.

Firme con la brisa que se entierra en los codos sangrados de palabras
aturdidas por el espasmo del árbol ante el flash de la fotografía.
Casual, andaba la bicicleta en el galpón mientras los colores se
agrupaban por estatura y las acuarelas se espesaban en rebeldía.
De nuevo el cansancio inflama los sueños que se tropiezan en
festejos sordos y deseos anudados y un poco espolvoreados con
turnos de calor invernal.


lunes, 12 de mayo de 2014

tierra

Que las manos rueden mientras la
cabeza ceniza ría forzosa a la sombra
del espejismo creado por el vapor de la bañera,
esa tarde mañana cuando el desayuno se aligeró
en palabras tostadas.
Si las ramas vanidosas de los arboles elegantes
no se hubieran cortado las uñas, a lo mejor podrían
rascar la tierra de los ojos anonadados por
pestañear purpurina multicolor.

Paseo en bicicleta, siempre, siempre es mágico.

jueves, 8 de mayo de 2014

aparte

Vomitar miel por los ojos
a la espera de la visibilidad que
tose con paupérrima vida.
Cantar animales y perderse
en el bosque otoñal.
Bailar. Bailar con el aire
que enferma y desarma.
Estar. Persistir en el encierro
de las calles rutinarias.
No ser.