lunes, 30 de diciembre de 2019

Las palabras tendidas y las

rodillas de las plantaciones

 exclamando arrepentimiento

sobre el colchón que ahora se hincha

de quemaduras y numeritos que sólo

sirven para llegar a un fin en alguna morgue.

viernes, 27 de diciembre de 2019

enredarme en la lluvia que golpea sobre la chapa,
que tambièn gotea sobre la vereda que se enfrìa.

el olor a alivio del pasto, se mezcla en la respiraciòn
ensoñada que se pierde en sonrisas que fluyen entrecortadas
cuando algún momento esporádico oficia de sàbana en los pies.



¿còmo resuelvo el saber aplicar  las proporciones
adecuadas para que sepa mi cabeza que me gustàs?

lunes, 16 de diciembre de 2019

tu ego era todo lo que estaba perfecto
y en sincronìa con algo del aire que rodeaba
a mis ojos que preferían esquivarte.

cruzar la calle, una acelerada de pasos y
un tropezòn.
 para
que no me veas.
mi cuerpa en sacrificio.


---un manojo de puesìas que se ríen en un besito---


martes, 10 de diciembre de 2019

Mis ojos, tus labios, mi no sonrisa en eterna tristeza, tus gestos de demencia anunciada.
Es el sufrimiento del viento que ya no sabe cuál velocidad ser.
La manta ondulando en el océano de tréboles sacude las piernas; espasmos en las manos.
Hay un algo que chirría desde la madera, lo volátil de tus caricias raspando el cuello;
lija tus palabras que infectan el oído débil de infancia, así lográs que resurjan los
movimientos torpes; y cansado el cuerpo se tumba a un lado, dejando el alerta sin anunciarse. Hay tres lunas sonándose la nariz con tules de galaxias prenatales.
Un par de lombrices charlando de avances con dos cangrejos viejos y un libro sin señalador junto a la taza de té. La humedad de tu lengua ya es suave escarcha.
Elegís estar ahí, conmigo, sabiendo que la hiedra se te adosará y sacará tu respiración.
Es un ensueño,creés que la docilidad será un buen alimento para las palabras que nos abusaron.
Pero no. Ya intuyo que seremos otra espera a voluntad de terceros para ser quemada.
Lo sé, porque no hay buganvilia ni pasionaria. Sólo hiedra con dientes.


lunes, 9 de diciembre de 2019

y se sentaron a pensar.

adornaron sus cuerpos de transparencia
y poca inocencia.

caminaron en constante fricciòn,
se bebieron el sudor a lenguetazos
se olieron con desesperaciòn
se miraron sin disimulo pero con
cierta verguenza.
la certeza no cuadraba
pero la espera dormìa en preguntas.
y la intensidad ya estaba conectada con la
torre Wardenclyffe.

descargas y descargas.
palabras, trozos de oraciones.

un pararrayo de diversiòn.

sabìa que iba a pasar.





y salieron a la vereda a  jugar.




viernes, 6 de diciembre de 2019

-la iglesia, el Estado, los machos, los macristas, la yuta: todos asesinan y siguen matando en vida; y te siguen apuñalando bajo tierra


Cuando transitaba la adolescencia y ya lloraba por un alguien que jamàs gustarìa de mi, oì en las noticias algo que fue loquìsimo. Tenìa 13 años y veìa en los noticieros las cartas de un llamado amor de verdad, como el que en ese momento soñaba, con toda inocencia y chatura de pueblo. La imagen de una chica sonriendo, con dos trenzas, aproximándose hacia quien la retrataba. Un amor que la abrazaba, que la celaba porque eso era lo tìpico; ella se iba de viaje de egresados y èl tenìa miedo de una infidelidad. Querìa hijos, asì se quedaba tranquilo que lo que ella le decìa era cierto. Y ella dijo NO. Y yo flashè. ¿Pero si èl la querìa?!!! Y me acuerdo que mi mamà me dijo que era un asesino, que no le iba a importar si tenìa o no los hijos. Y la asociación inmediata quebrò todo en mi. Un amor que por un no de ella se convirtiò en 113 puñaladas. 113 todas las noches, todo el dìa, todo el tiempo. 113 puñaladas. Y la imaginaba con terror y desconcierto. 113 cambiando de cuchillo. Cuando sufro o pienso en todo el mal del mundo, siempre me acuerdo de ese momento: 113 puñaladas. Con toda mi inocencia y poco conocimiento pueblerino agradezco la hermosa biblioteca de lo que era la ex corcemar y algunos genes familiares (supongo que para el resto los peores) que se juntaron todes y despertaron con esa alarma:113. Leì sobre los quereres. Entendì entonces que una tìa abuela habìa abortado, que muchas veces los cuernos no son cuernos, y los celos y las peleas no es algo para medir cuànto te aman, sino una forma de dominaciòn.Un objeto. Supe lo que era, un poco, y a mi modo, el deseo, el miedo, la construcciòn a travès de un otro al lado, como si una no fuera suficiente.La masturbaciòn, la cuerpa. Comprendì que esas 113 puñaladas eran y son la representación de lo que ellos llaman amor; desde ese momento siempre cuento todo y expongo el sufrimiento impuesto cuando alguien te rechaza o como quiera manifestarse esa situaciòn. Me hago cargo si la pifio o si no. Me gusta hablar de los sentimientos. No me da vergüenza decirle a alguien cuànto lo amè o cuànta importancia era en mi porque hay tanto odio sobre nosotrxs; pero me da terror saber de lo que son capaces ciertas personas en nombre del romanticismo y de sostenerlo.La hipocresía. El maquillaje social. El amor es una mentira. Quererse es revolucionario. A Carolina Alò le costò 113 puñaladas, y su asesino, en nombre de los evangelios y de la justicia, puede quedar en libertad, incluso con el descaro de manifestar querer vivir en una isla de Tigre y que se olviden de èl. A vos te odiamos Fabiàn, te odio porque el sistema te apaña y los fachos te aplauden y la iglesia te absuelve. A ella la tuve siempre presente, incluso soñaba y pensaba "un cuchillo metièndose en el cuerpo y romperse". Tus 113 puñaladas son cicatrices convertidas en lucha. Asì como fuiste un quiebre en mi, lo seràs para màs personas. En eso estamos Caro, siempre expuestas, ahora demasiado mediatizado todo, pero ya se pasarà. Mientras tanto seguimos transitando la vida bajo la tutela del patriarcado. Y en tu nombre y en el de muchas màs, nos emancipamos.

jueves, 5 de diciembre de 2019



ojalà que en la superficialidad de tus gustos
dominados por el ego fuego
alguien te apague.

y vuelvas.


y asì contagiarte con este incendio real que soy y luego
convertirte en cenizas

para que te vueles hacia esos cuerpos

que en este tiempo anduviste.



y me rìo bajito

pero por dentro supe que todo eso

no te lo vi.

me gustabas.
y yo tambièn te gustaba.

pero no necesitaba nada frìvolo de vos,

sòlo que compartas el momento del porro en la cama,
en la plaza con el sol en la cabeza y sombras de nubes en mis tetas,
el jugo chorreado en el patio y las hormigas en batallòn atacando lo dulce.
contarlas. la actividad del dìa. no salir. abrazarse y
desparramarse en el sillòn, te doy todo el ventilador,
series en subtìtulos y libros expropiados
sobre la espalda de algùn recoveco de infancia.

pero ¿sabès querer?

y pensaba que sì.

y ahora que suena esta canciòn que bailo tan contenta



tuve que salir y escribir esto para no decirte
que te pienso, sin saber bien para què ni
por què.

pero que estàs en ausencia.

y me voy.

con toda la autoestima hermosa que instalaste en mis piernas.

sonriendo. por algùn momento fantàstico que me regalaste sin saberlo
y aceptè sin darme cuenta.

tanto,

que està acà, de guardaespalda.

miércoles, 4 de diciembre de 2019

quiero que uses este vestido,
te pintes las uñas de aguamarina
y los labios te luzcan rojos. que no
se distinga si es labial o besos ricos,

que todo combine con
 nuestras primeras palabras.

¿eso es?
runas. cosmos. portales.

horarios de micros.


y te miro desde la ventanilla

mientras te arreglas el pelo

y buscàs sin saber què te llama.

-adoro la ciudad y este edificio viejo cuando lo caminàs-