jueves, 29 de junio de 2017

Y sin pensarlo ni pudiendo retener la acciòn, el llanto apareciò. Un llanto revoltoso, que la encontrò de rodillas, con todos sus papeles desparramados y la cajita (en donde  guarda  entradas, listas, tickets y apuntes) dada vuelta, mirando contra la pared, como si estuviera en penitencia. ¿Cuànto de ella hay en todo eso que se està diciendo? ¿Cuànto es real y cuànto es el tiempo que ya no existe o que se comprimiò para que el acercamiento sea cada vez màs palpable?
Sabe que delira, pero tambièn sabe que las conexiones existen.
Que tu ausencia, tu alejamiento, tus diálogos entrecortados y tus apariciones espontáneas es sòlo el ensayo del dolor venidero. El dolor que ya està en ella hospedado desde añares, festeja. La depresiòn interna, heredada y aclamada por su ànimo, se potencia y piensa que el suicidio no es una mala acciòn. Ni siquiera una decisión. Es algo a lo que se arrastra, nadando entre lecturas y libros escondidos; tus palabras y tus gestos tienen mucho que ver en eso.
Encontrar belleza en donde todos ven el horror, es su juego desde pequeña, junto a sus dos amigos invisibles que cada vez son menos imaginarios. No hay parámetros establecidos que respete. Y eso no significa que va a contramano, es su escudo para pensar màs tranquila. Su perspectiva de anàlisis no varìa ni va a cambiar por tus malas acciones.
El llanto apareciò, sin esperarlo, porque te estàs llevando parte de su  amor y espera que se lo devuelvas.
Algo, que ya se sabe, no tenès ni la mìnima intenciòn de hacerlo.
Y eso, a ella  la adormece. La ensoñaciòn le baila. Los recuerdos le dan latigazos.
El neòn no deja de brillar a compás del adiòs. Te nombra.
Siempre.


miércoles, 28 de junio de 2017

son movimientos rítmicos sin coordinación
los que nuestras palabras bailaron cada vez
que el silencio nos apañaba en nuestras teorías mentales.

mirar de reojo, oler los cuerpos,
 intentar descifrar por què nuestros gestos
y recuerdos se buscan tanto que
 terminamos en
los mismos lugares a pesar de evitarnos por el orgullo
o porque no tenemos idea què hacer.

ni còmo seguir lo que no comenzò, ni comenzarà.
o ya es.
porque vestida de miedo mi mano no puede tocarte
pero sì revolver el mar, juntarlo en un vaso, brindar
sin pedir deseos
y golpear letras para que no se formen oraciones dedicadas
a vos.


asì, la verdad, se queda durmiendo y esperando tus sàbanas
antes que pronunciarse como una heroìna.

sos como una canciòn favorita, un hit para el corazòn
que te escucha en silencio pero que te repite en las conversaciones.
 y aunque no lo sepas
todo eso que


domingo, 25 de junio de 2017

tengo una no agenda con direcciones,
horarios, números de colectivos, recitales,
y también tiene tu nombre encerrado en un corazón.

tiene anotados códigos del cine para retirar entradas
por la máquina expendedora, hojas arrancadas por
un ensayo a base de prueba y error al intentar escribirte
y también mi nombre abajo del tuyo cayendo del corazón.

pero lo mejor que puede tener es que el día que la compré
te mostré luces de colores, caídas, caminatas bajo el frío, teorías
que estabas en desacuerdo
y por eso creo que a veces escucho hablar a tus amigos invisibles.

sos todo lo que siempre estuvo bien.

viernes, 23 de junio de 2017

Las pesadillas buenas, raras, narradas sin coherencias,
casi sin cohesiones  y casi sin palabras pero sì con  vos,
son las que me despiertan a la madrugada y sudada.
 Incluso cuando dormì en tu cama. Incluso,
cuando dormì en otra habitaciòn.
Incluso cuando te miro.




¿Alguna vez te dije que    ?
Creo que sì.


jueves, 22 de junio de 2017

sos algo asì como un guerrero mediocre,
y tu sable samurai  se ensaña en herirme.

es tu juego predilecto, aunque se sabe no favorito.

ella me contò de sus salidas,
y necesitè una sobredosis de películas.
cualquier historia menos la propia.
menos la que me entregàs.

¿te gusta dar dolor?
¿cuànto màs ibas a usarme relamièndote
en burlas siniestras?


siempre el fuego salva.
me salva del momento.

sangro.
mucho.


*HoyMiBibliotecaVomitòUnLibro*

miércoles, 21 de junio de 2017

siento el hastìo que dejaste
cada vez que esquivabas verme.

los animales nocturnos gritaron
tu nombre y quedè aterrorizada.
señal que algo estaba mal en vos.

el morbo de mirarte raja la piel
y voy sangrando palabras por
las veredas que llevan a universos
paralelos  con portales a dimensiones
básicas.

me empujaste ahì.
y vi lo que no querìa sentir.

mi dolor te divierte,
leerme era el anzuelo.

lunes, 19 de junio de 2017

inventar sàbanas mentales
y extenderlas hasta debajo
de tus pies, y de todo tu cuerpo.

un calor que no existe y un frìo
que corre hacia otro mundo.

el desayuno que te preparè
se desparrama
en las oraciones unimembres.

las notas al pie se desperezan
con inusual calma.
no hay traductor que sirva ni alcance.

se agota la conexiòn con el rìo
y los cielos colisionan  provocando
tu bostezo.

invento sàbanas mentales,
quiero protegerte de los sueños.


viernes, 16 de junio de 2017

La humedad, los silencios, el relincho del caballo y los ruidos de los cortes de motos, le empezaban a incomodar mientras leìa y releìa esas cartas encontradas en los Libros.
Las mismas frases, las mismas situaciones y las excusas similares a travès de contextos incòmodos. Todos los llantos innecesarios. Esta vez, no llorarìa.

Se levantò, se puso el jogging (del que sabìa no iba a existir vuelta atràs para deshacerse del mismo) y la remera vieja que siempre està nueva. Abriò la ventana, llamò al perro, le dio de comer, entrò la ropa colgada porque se avecinaba la lluvia y se fue a caminar.

Se fue.

Ninguna lectura la pudo salvar.

jueves, 15 de junio de 2017

necesito que me cepilles el cerebro
porque a pesar de estar sentada en primera fila
no distingo nada de lo que veo.
¿estàs actuando? ¿sos vos?
¿me hablàs a mi?
¿estàs huyendo?
¿o estàs esperando que avance?
y aunque cambie de lugar
y el escenario quede inmóvil para
que lo reinterprete una y otra vez,
serà imposible saber què decir y como ser
sin estar vestida de miedos, dudas, inseguridad e inconformidad;
todo porque eliminè meses de la cabeza, y de las  varias neuronas
que te conocieron  ya estàn sin actividad.
no hay una conexión real.
no puedo entender
nada.

pero nada.

de nada.

nada.

te desconozco aunque te pienso de memoria.



miércoles, 14 de junio de 2017

El calor del frìo daba directo en los dedos pero igual siguiò caminando envuelta en esa neblina mohosa y contaminada. Casi estornuda. Pasa por un kiosko, mira la hora, y sabe que ya es tarde para tocar timbres. En sì, aunque en el momento de la caminata fuera tres horas màs temprano, serìa tardìsimo igual. Las puertas no se abrirìan. Lo intuìa. Ese dìa en particular le corresponde a la  voz de quien no està y ella estarìa de màs. O de adorno. O para cocinar, pero no.

Se dio cuenta que  la agendita nueva se habìa convertido en un dispensario de hojas destinadas a dejar notas en casas ajenas por donde siempre se quedaba: casas terrazas, departamentos vidriados y muy iluminados, piso 14 y el pànico del ascensor entonces mejor escalera, pensiones a escondidas o estirar tiempo en plazas, galerìas, bares o cines.
Ya daba casi lo mismo.

A nadie le interesaba ir al cine, y supuso que nadie conocìa al director. No se explicaba esas faltas. Quizàs el problema era que nadie querìa estar con ella.
Llorò.
Se odiò.


Y surgieron respuestas a las ausencias.

Se sentò mirando el cartel, hizo la rutina diaria de los fines de semana, escribiò una carta, la quemò,
apuntò notas a tìtulo de "Todo Incluìdo", te pensò y se fue.

Era domingo, el dìa en el que si nadie te quiere y te aburrìs un poco se planifica el suicidio, aunque estadìsticamente los mièrcoles tienen el ìndice ganador.
Esa era la charla planificada que pensaba utilizar como tema disparador de socializaciòn.  La del nuevo referéndum puertorriqueño serìa demasiado.

Pero como nadie la esperaba en ningùn lugar, volviò a su casa, se abrazò al Libro, y se durmiò.

martes, 13 de junio de 2017

y no dormì,
preferí ver los movimientos de los gatos
en la calle.
la ventana sin cortinas entregaba sombras
casi idílicas por donde espiaba sus cuerpos.

las colas, los bigotes, las lenguas lija: todo remoloneaban.

por momentos intuì que sabìan del insomnio
que estaba en la casa instalado en mi.

maullaban con elegancia. en un lenguaje que comprendì.

me tapè con un poco de miedo,
corrì la almohada y tirè la persecución
de las interacciones obligadas.

pensè en los micros que no pasaban, en los telèfonos que
no comunicaban
y en las palabras que quedaron aterrorizadas.
pensè si estarìas enojado.
si tenìa que levantarme y huir.
si dejaba la puerta abierta con la confianza depositada
en los felinos maulladores.

no me calmè. y tampoco recuerdo què conclusiòn saquè.
creo que dormì sin saberlo. sintiendo ausencias.
pero se que me levantè y el gato exigió que lo alimente.
lo que entreguè en su plato no fue suficiente.
y tratè de decirte lo que siempre tuve que decirte,
lo intentè varias veces,
pero mis discursos se atoran y se rompen
y sonrío sin decirte lo nuevo que aprendì. y aunque
en mis estructuras rompo el nudo borromeo y  quedo ligada a tus no abrazos
y planifico còmo hacerlo y que sea natural.
casi, casi, lo logrè.
pero el gato  sabe leerme y no deja de interrumpir.
creo que me salva de la vergüenza, porque quizàs no necesitabas desayunar
un poco de mi.
entonces, aprisiono la fragilidad y te escucho contenta.

_ la que no simboliza soy yo cuando te veo_
                   (dijo la psicoanalista)
   *mepierdoenotrouniverso*


viernes, 9 de junio de 2017

y te alejàs cada vez que venìs,
y estoy con vos mientras no estàs acà.

te sueño sin desperdicios
y tengo miedos que no entendès,
una lista de temas que no escuchè y
la lentitud para perdonar la parte que hice mal
y todavìa no la comprendo.
la lluvia tiene tu olvido y el àrbol
la humedad del rìo de la que tendrìas
que despojarme.
pero por las dudas, antes de hacerte mal,
me escondo mientras te pierdo
y embalo los abrazos para no tocarte.


tu silencio quizàs es lo que sentìs, no me dijiste nada.
y vuelvo a mirar los lugares que quedaron pendientes
por mostrarte y en donde intentè
encontrarte si la causalidad quisiera.

Y querìa contarte que hoy, lo que sì encontrè, fueron palabras sueltas
de diàlogos que tuvimos; intentè armar oraciones
pero al pensar la cabeza delira. analizo de màs.
y una sola perspectiva no sirve.


revivì el desdèn de tu malestar en el sitio equivocado,
las luces de colores mientras trataba de conservar las risas,
el momento del abrazo para descansar  y el primer beso.
revivì el no tiempo. las no vacaciones. y asì el cuerpo se rompe.

ahì decidì quedarme un ratito. me tapè investigando
para què tantos sabores a lecturas en tus manos se adosaron
en el silencio de mis incertidumbres.
no hay nada. no encontrè la realidad.

y los impulsos laten contentos cada vez que
que
que
que algo que no se.

y seguì soñàndote.

todavìa.

(me parece que eso es lo que se dice, los que saben dicen ,amar a alguien)








jueves, 8 de junio de 2017

a veces me duele tener el cuerpo de mujer
porque no puedo ser libre; el tiempo
y la iluminación de las calles son los
que determinan los horarios de salida
y no la facilidad que se tiene para hacerlo.

me apena quedarme encerrada, mirando pelìculas,
tomando un vino o fumando un porro
porque les amigxs siguen con sus vidas,
tienen frìo, no le gustan los recitales,
les da paja viajar; o no tienen ganas de patear calles.

eso es entendible, estàn en otra, pero lo que duele de verdad,
es no tener la libertad de disfrutar y hacer lo que antes podìa sola.
y eso es porque allà afuera, en esa oscuridad de madrugada,
alguien  está al acecho de quitar  la vida.
y  no quiero ser còmplice de la muerte.

pero tampoco de mi encierro.

siempre entendì el significado de tus silencios,
el movimiento de tus brazos,
la intenciòn de esconder pasados cubriendo
la cabeza con la capucha de la ropa del dìa u ocasiòn.

optè por no saber lo que pensaba desde los despuès,
porque sòlo existir de noche es doloroso.
haber retornado al lugar que me enviò directo
al ahogo de dolores y llantos, quizàs fue un aquì.

desde un mìnimo gustar de tus palabras
perdì la nociòn de la realidad;
siempre te huì.
aunque estaba ahì.
rondando.
miràndote de lejos en los recitales.
escondiendo el corazòn.
sufriendo tu indiferencia.

siempre entendì el significado de tus silencios,
porque antes de abrazarte
supe todo de vos.
siempre te entendì.
pero vos decidiste ponerte un fin
en tiempos compartidos en lugares
que no me hacen bien. y que no son tuyos.
gente que jamàs seràn personas, vas a eso;
al pasado, a la violencia, al maltrato, a espacios
que enferman.
y en el nado habitual de los por què,
perdì preguntas.
te mostraste, ante mì, como algo que no sos.
una pantomima de lecturas que se incendian.

entonces quebràndome en angustia supe que
ya no debo esperarte.
no existe quien fuiste.
sòlo mantuviste el no quererme.

miércoles, 7 de junio de 2017

y entonces cuando leì tus palabras
supe que estabas lejos.
porque todas las cosas que contabas a modo de
chiste
mientras aspiràbamos frìo y noche, eran mentiras.

ya, cuando una traducciòn de tu cuerpo,
le hablò  en la madrugada a mis ideas,
 todas las risas que nacieron en desayunos
o en maratones de ausencias,
comenzaron a sonar, en el recuerdo, fingidas.


creo que mejor te considero una mala
pesadilla. me alejaste.
despierto y me entero de tus burlas.
me dejaste el cuchillo clavado en el cuello,
tu violencia simbòlica no hace bien.
y las lecturas que me regalabas, ahora supe que
 falseabas disfrutarlas;
son astillas en mis manos cada vez que tus
gestos aparecen en pàrrafos.
y  de momento,
no se pueden posponer las horas
para entender por què solapaste lo burdo que sos.


 el fin ya lo diste.

lunes, 5 de junio de 2017

.


sangrando paciencia e inhibiendo actitudes.

con el dolor gigante de la hipocresía y
con el llanto atorado en alguna parte
de los ojos o la garganta, decidiò, la
angustia, salir a pasear en enaguas.


liberada de todo,
ahora, se que nacì en algùn momento,
o el dìa que te conocì.

no importa.
en mi destierro volvì a construir
las bases para que el frìo no se sienta.
pero tu rechazo fue el mismo que
tuve antes de darme una muerte.
sòlo confirmàs incertidumbres.
los quizàs. puede ser. a lo mejor.
y ahì pienso que de verdad ya no te gusto,
que no vas a compartir nada màs conmigo.
y los espacios en comunes sòlo seràn tan sosos,
tan nada; y ya sabiendo todo eso, opto por morir.

muero y nazco.
nazco y te conozco.
empiezo a pensar, a pensarte  y me gustàs.
me hacès reír.
me hacès preocupar ¿cuàntas cosas tengo que cambiar?
hacès que huya porque ya se que te quiero.
te tiro culpas porque sì. te culpo de todo. te culpo porque siento amor.
y te culpo porque ando preocupada caminando en un terreno que no entiendo.
me redimo. de a poco. con miedo a que estès enojado.
y entonces dejando de lado las dudas, tomo coraje y escupo a
la indecisión que siempre està vistiendo a las ideas y  mis amigas me dan valentía
y entonces te invito a salir.
 vos, me rechazàs.
ahì:
muero. y te cruzo.
y te saludo de lejitos,
me guardo tu sonrisa
y empiezo a morir.
dejando los sueños sobre el cartel.
casi todos los fines de semana ocurre la muerte y el nacimiento.
y en estas muertes constantes
casi llego a la otra dimensiòn.
pero nazco.
sòlo por el impulso de conocerte.
y me matàs.




jueves, 1 de junio de 2017

Hay un ciclo de luces y cableados que se ocupan de las ideas atolondradas
que viajan polizonas en la mochila. Por eso no fue necesaria que la arrastre
hasta tu casa. Que los supuestos, las hipòtesis y los anàlisis delirantes
tomen un merecido descanso fuera de mi. Tanto no resultò, pero aclarò
las visiones y la atenciòn sin dèficit para leer cada gesto que hacìas.
Y esas nuevas hipòtesis, aunque libradas de las primeras, me dejaron nula,
llena de un arranque que no avanza, rebalsando de perdones innecesarios,
ahogándome con los diálogos que aborto por miedos, por dudas, por tonta,
son las culpables que me rìa si me acuerdo de vos, y tambièn son las que generan
que los cachetes se pongan colorados y no pueda besarte. Entre otras nimiedades.

*siempreconvergüenza*