miércoles, 7 de junio de 2017

y entonces cuando leì tus palabras
supe que estabas lejos.
porque todas las cosas que contabas a modo de
chiste
mientras aspiràbamos frìo y noche, eran mentiras.

ya, cuando una traducciòn de tu cuerpo,
le hablò  en la madrugada a mis ideas,
 todas las risas que nacieron en desayunos
o en maratones de ausencias,
comenzaron a sonar, en el recuerdo, fingidas.


creo que mejor te considero una mala
pesadilla. me alejaste.
despierto y me entero de tus burlas.
me dejaste el cuchillo clavado en el cuello,
tu violencia simbòlica no hace bien.
y las lecturas que me regalabas, ahora supe que
 falseabas disfrutarlas;
son astillas en mis manos cada vez que tus
gestos aparecen en pàrrafos.
y  de momento,
no se pueden posponer las horas
para entender por què solapaste lo burdo que sos.


 el fin ya lo diste.

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