Hay un ciclo de luces y cableados que se ocupan de las ideas atolondradas
que viajan polizonas en la mochila. Por eso no fue necesaria que la arrastre
hasta tu casa. Que los supuestos, las hipòtesis y los anàlisis delirantes
tomen un merecido descanso fuera de mi. Tanto no resultò, pero aclarò
las visiones y la atenciòn sin dèficit para leer cada gesto que hacìas.
Y esas nuevas hipòtesis, aunque libradas de las primeras, me dejaron nula,
llena de un arranque que no avanza, rebalsando de perdones innecesarios,
ahogándome con los diálogos que aborto por miedos, por dudas, por tonta,
son las culpables que me rìa si me acuerdo de vos, y tambièn son las que generan
que los cachetes se pongan colorados y no pueda besarte. Entre otras nimiedades.
*siempreconvergüenza*
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