deducir que la transformación de las aguas
sucias del rìo en bloques de insomnios apretujados
en sueños y pesadillas, fue por culpa de la duda y la impaciencia,
serìa una salida transitoria para las emociones
que jamàs entienden nada.
porque se hizo carne y pena el horror de esa belleza
que imantò pensamientos del camino, no es motivo
para culparte.
y mucho menos, despuès de todos los brillos que le diste
a la angustia para que duerma
y pueda aligerar las incertidumbres
que acuchillaban la lengua.
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