jueves, 5 de diciembre de 2019
ojalà que en la superficialidad de tus gustos
dominados por el ego fuego
alguien te apague.
y vuelvas.
y asì contagiarte con este incendio real que soy y luego
convertirte en cenizas
para que te vueles hacia esos cuerpos
que en este tiempo anduviste.
y me rìo bajito
pero por dentro supe que todo eso
no te lo vi.
me gustabas.
y yo tambièn te gustaba.
pero no necesitaba nada frìvolo de vos,
sòlo que compartas el momento del porro en la cama,
en la plaza con el sol en la cabeza y sombras de nubes en mis tetas,
el jugo chorreado en el patio y las hormigas en batallòn atacando lo dulce.
contarlas. la actividad del dìa. no salir. abrazarse y
desparramarse en el sillòn, te doy todo el ventilador,
series en subtìtulos y libros expropiados
sobre la espalda de algùn recoveco de infancia.
pero ¿sabès querer?
y pensaba que sì.
y ahora que suena esta canciòn que bailo tan contenta
tuve que salir y escribir esto para no decirte
que te pienso, sin saber bien para què ni
por què.
pero que estàs en ausencia.
y me voy.
con toda la autoestima hermosa que instalaste en mis piernas.
sonriendo. por algùn momento fantàstico que me regalaste sin saberlo
y aceptè sin darme cuenta.
tanto,
que està acà, de guardaespalda.
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