a la primera descripción de tu última palabra
que resultara ser el primer intento de despedida.
regalás un hola. avergonzado. borrado. desvariado.
te contesto sin reacción. te hablo de comida. drogas. esta increíble incapacidad
de manifestar que quiero abrazar.
alivia en la decepción saber que puedo ser tu deseo al instante.
agregue tres palabras cocidas, mezcle un gesto de aprobación, y más siestas.
y de repente
un auto chocado, resquebrajado, negro acerado sin rueda izquierda delantera,
balanceándose, con todos los vidrios astillados. hipnótico. ey! ¿me escuchás?
esa misma emoción de parálisis para saber de vos.