escribo
siempre
¡tengo tanto
empezado!
a veces me obsesiona: una palabra,
un paisaje, una chapa, los ladrillos y sus
texturas; ahora, por ejemplo,
junto flores y hojitas porque alimento
a los libros de pàginas absorbentes.
y mi escritura
crìtica
ensayìstica
tiene un ritmo
que permea a tu ambivalencia
que es la relectura de lo real
porque me apropio, en situaciones,
de las palabras del otro.
y por eso, soy muy dada
a los comienzos,
lo que pasa, es que
tenès el impacto, en la detenciòn
de los deseos.
y yo ; soy piel.