Estaba el impacto en papel Polaroid. Un verano con chubascos de espejos retrovisores y los estacionamientos en huelga. Los bocinazos y la autopista en alquimia de atardecer para armonizar todos nuestros silencios. Las luces automáticas se encienden y nos sombreamos de futuros que no llegan. Bailan las evidencias del vuelco. Despiste. Clavado de chapas.Esas luces traceras tienen otra mirada a la mía,que está gacha,re en antología o antítesis o antónimo o lo que se asemeje a lo que soy yo tratando de ocultar la golosina que quería regalarte por cursi y que voló en algún momento entre la curvita donde intenté besarte y justo el tráfico aceleró un milímetro y apretaste el acelerador y besé el portanuca entonces vos quisiste abrazarme y unos gritos de alguien calificándote de pajero y rata. Pagá el hotel pedazo de pajero que estoy harto de bla bla.Quedamos en bajadita y la luna con niebla anuncia lluvia era la oración en mi cabeza. La asociaba e hilaba a cama inmediata, con tu insolencia.
Cuando me pensás te siento. Y espero que no seas vos.