Suicídame los ojos burbujas,
inocencia de besos revolucionados,
cargando las fronteras fusiladas
de esperas que gritan oscuridades.
enterrando las verdades que vuelan
¡por favor! córtame las palabras
que hieren muchísimo y duelen
en sabores de tu respiración.
En tu espera. Siempre.
Evadiendo los pensamientos
perdidos en las manos de la
desesperada sombra azucarada
te pregunto: ¿?
Las flores que sacudieron perfume
a distancia, confesada absurda
y fuera de lugar en el tiempo,
ahora atacan feroz y me escondo
en la biblioteca promiscua.
Aliviada la higuera libera
belleza que se desparrama
en el pasto sin cortar. Bebo las
gotas húmedas de sus ramas invernales,
frías de escarcha; con ellas juego
a las escondidas internándome
en el hueco del tronco. Aspiro su
resina y entonces la higuera se enoja
y sacude mis entrañas suicidas.
No más jugar. ya no más.
inocencia de besos revolucionados,
cargando las fronteras fusiladas
de esperas que gritan oscuridades.
enterrando las verdades que vuelan
¡por favor! córtame las palabras
que hieren muchísimo y duelen
en sabores de tu respiración.
En tu espera. Siempre.
Evadiendo los pensamientos
perdidos en las manos de la
desesperada sombra azucarada
te pregunto: ¿?
Las flores que sacudieron perfume
a distancia, confesada absurda
y fuera de lugar en el tiempo,
ahora atacan feroz y me escondo
en la biblioteca promiscua.
Aliviada la higuera libera
belleza que se desparrama
en el pasto sin cortar. Bebo las
gotas húmedas de sus ramas invernales,
frías de escarcha; con ellas juego
a las escondidas internándome
en el hueco del tronco. Aspiro su
resina y entonces la higuera se enoja
y sacude mis entrañas suicidas.
No más jugar. ya no más.
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