ralladura de limón para embriagarnos de arcoiris terrenales
compuesto de todas las fantasías y pérdidas de amoníacos
posibles; escucha el movimiento, el cuerpo que tiembla por miedo,
por curiosear a las nubes que aspiran toda la humedad del
aire molecular.
nos miramos, nos saludamos y nada.....quedamos extasiados de nuestro mutuo abandono.
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