nace la sonrisa desde tus vuelos haciéndome levitar junto al sol;
pero a la noche, el vacío y tu ausencia, se convierten en cuchilladas
en los ojos por permitirme mirar y quedar colgada de tus calmas
que abandonaron las fragilidades planetarias de satélites y que se
resisten, sin necesidad de fuerzas, a descansar sin conexión.
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