lunes, 6 de febrero de 2017

Ella hubiera querido decirte muchas cosas, aunque por supuesto, las expresò pero no las escuchaste. O sì. Pero no comprendiste. O sì. Para mi: sì. Pero està bien que lo disimules, hay situaciones que no hay que cargar por màs que sean propias.
(punto para vos)
Ya no importa tanto. Ahora ya no. Ella a esos motivos los guardò en la caramelera, todo es muy dulce.

Hoy a ella se le inundò la casa, en la parte que vos decìas que era divertido pasar horas con los videojuegos. Y en esa esquina donde se pegaban los chicles generando gritos e incluso una discusión con finalidad de dormir en el sillòn, se vino abajo una parte de la pared.
Ella no se inmutò en absoluto. Ahora vos, seguro, andaràs elèctrico por ahì. Vibrando.
Despuès se cortò el gas. Aunque la temperatura era baja el frìo no apareciò.
El frìo fuiste vos, pensò, al parecer. Yo tambièn, pero no tan glacial. Pero sì doloroso.
El viento jugò muchas horas a derribar lo que parece tan fuerte en este planeta.
Asì, como la verdad te dejò en baja a vos, ese martes despuès de las cinco de la tarde.
Ella escribiò una carta y acaba de seleccionar la modalidad de normal para que llegue.

*revisà el correo*

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