miércoles, 8 de febrero de 2017

me gustan las casitas donde tienen la
 ropa colgada a la vista,
o sobre los alambrados,
y tambièn ver cuando exponen
sus alfombras y acolchados
ventilándose sobre el marco de una ventana.
me gusta ver còmo sacuden el felpudo
azotàndolo sobre un árbol,
y escuchar teorìas sobre si
el escobillòn hùmedo debe quedar secàndose
al Sol
hacia arriba o en su posición habitual.


me gustan las casitas simples, con patio còmodo
donde la manguera en verano es màs pileta que la pelopincho,
y donde llenar baldes y empaparse es lo sagrado de las
tardes siesteras.

me gusta mirar si tienen las ventanas abiertas,
si tienen tele, si tienen radio, los muebles, y
si  hay Biblioteca.
a veces quedo parada, en puntitas de pies,
con ojos escudriñadores, adivinando què hay màs
allà de lo visible.

siempre alguien me descubre. y le sonrìo.
y le cuento que me gusta su casa por algùn motivo.
pido permiso y les saco foto.

olì calles regadas y flores frescas.

seguì y busquè la altura,
los numeritos escritos con latex de color,
algùn que otro en madera, pero siempre o casi en la mayorìa, los canastos
de basura entorpecìan la lectura.

perros, muchos. gatitos tambièn.
me gustò el aire, no tan pueblo pero no contaminado
como en la ciudad.

quedè analizando el lugar y pensè:
ojalà me quieran acà.
en donde nadie me lastima.

*tolosapiola*


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