a esta casa la están demoliendo a martillazos.
hoy feriado nadie trabaja. ni aunque le paguen el doble,
pero dudo que a los obreros le hayan ofrecido más por su esfuerzo,
hace frío,
hay mucho, muchísimo viento.
las ramas se doblan y suenan crackcrack.
tengo un poco de frío y miedo,
atorada en el pueblo,
despedida de la casa y ausente
en tus charlas.
leo el libro que me regalaron. releo
partes marcadas y lo abrazo para
darme un poco de calor.
la casa está en el centro,
pero nadie entra.
acá, todos respetan la propiedad
privada,
son milicos de verdad o de alma
o de ganas.
pero a mi, me gustan las casas
tristes.
refugios de ocasión.
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