hace frìo y pienso en las margaritas marchitas
que se asoman penosas en la puerta por donde sale
el perro y por donde deberías haber entrado.
hay comida con hongos en la heladera,
hay demasiado amor en mis libros, en mis hojas
y en todo lo que escribì cuando
te escuchaba soñar.
y los nombres propios desfilaban.
y mis preguntas tenìan respuestas.
-siempre jugaste-
espero que en la huìda cobarde
tus patrones de
herir se replieguen y te ataquen.
porque es lo que hacès bien:
generar dolor planificado
en palabras vacìas.
las mismas de siempre.
la previsibilidad instantánea.
y el dolor es cada vez màs pozo.
sentì la incomodidad.
siempre replegàndome
cuando ella era parte de
un no comienzo.
lo supe y no pude evitarte.
(deberìa haber dicho que no)
no.
pero dije que sì.
aunque sabìa lo que ibas a hacer.
te lo expliquè.
y asì, tu hazaña de usarme,
fue màs fàcil.
menos complicada.
pienso en las tres nostalgias
que por algo pasaron y dejaron
la huella y marca
en la ingenuidad.
y al final, sos el campeòn en mi muerte simbólica.
todo por manifestarte un corazòn.
todo por admirarte y creer que eras lo que creabas.
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