saltan los peces en los oídos,
nadan los pájaros sobre las dudas.
cantan las paredes las mil y cuarenta.
ella se viste. pensàs un poco en mi.
nubarrones en las sàbanas.
no hay sudores constantes.
sòlo niebla hùmeda que transporta paz.
la rodilla contracturada
y las palabras quebradas.
ensalada de arranques y ese amor
que no està pero cae paracaidista
justito sobre los tobillos.
me alegra que ella ocupe el asiento
destinado para mi.
te merecìas golosinas bàsicas
y obvias en el sabor.
yo ni kioscos busco.
porque me tengo.
_fuiste una excepción a todo,
demostrando que no sabès jugar_
No hay comentarios:
Publicar un comentario