quedò la constelación
cuántica de sin sentidos
donde jamàs entraría nada
más que esto.
acá, en las
próximas ondulaciones y vibraciones
de la nueva ola de calor.
los dientes se afilaron, para tu
próxima entrega de exhalaciones algorítmicas.
las frecuencias se asustaron luego de aceptar
expansiones en tu noche de apariciones
hologramáticas, feroces y
lo màs real de lo que te enviaba,
estrategias para tener la energía
en el campo de magnetismo diamante
y pretencioso. en ente, silenciada,
receptora de mensajes de los no se puede.
,
hay dìas que ante los grandes dolores, la cuerpa se desprende de la involución,
a veces me desmayo,
otras subo árboles y no bajo, pero con vos, quizàs ante las palabras pronunciadas, la encìa sangra internamente, una hemorragia, coágulos frutales,
y mis dientes se empañan de hilitos salmòn,
goteando sangre.
y le digo al dentista, que era lo único que tenía tuyo. que lo absorba en una servilleta.
quizàs, sì,
en otro momento,
tuve una eternidad.
y no necesito espejo
porque verte para verme
era por destino.
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