caì y quedaron las rodillas y el codo izquierdo
sin piel.
àspera la carne, roja, ardiente.
un poco de sangre en la boca. y la uña arrancada de cuajo. adornado el dedo de suturas futuras.
el que pasea el perro pregunta si estoy bien.
le contestè que pensaba en vos
y esta era la respuesta.
la cuerpa lastimada para transformarse.
y desde entonces me fascinan los procesos de curaciòn.
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