Soy una domadora de automòviles y
mi ruina demuestra la metàfora
de todo lo que te quise.
los sueños vìvidos me cuentan
de los viajes veraniegos y de tus
sentimientos nativos.
los pies en el rìo, el reflejo del sol,
el jardìn privado, su laberinto de glicinas
y tus besos en plena descomposiciòn.
editamos nuestra relaciòn en sitios
botànicos y echamos raìces en descuidos.
Ahora arrivan los refusilos mientras miramos el cielo
con su tonalidad de grises otoñales y
abrazamos al ombù invocando un rayo.
somos una relaciòn de llanuras y
paisajes enterrados.
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