Porque llueve y entona el ruido del agua
con el chasquido de los propòsitos;
llueve y el rugido del viento que hincha tu alma
se convierte en tifòn dulce de arrope otoñal
para mis costillas deshilachadas.
Porque llueve y se humedecen las palabras
que se despegan en partes de tu espalda reptil;
llueve y se alojan las pausas adormiladas en
los ojos vestidos con lagañas aferradas al agua.
Porque llueve, sonrìo al recuerdo, me enojo y te des-sueño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario