Quitamos los líquidos del mar
libresco para poder nadar crol
a contramano de las medusas
transparentes que se estiran
con paciencia para poder tocarnos.
Maravillosa creación de la nada
misma, madeja de lana, neurona atrapada,
cosas doradas que opacan los labios
de los fusibles cerebrales.
Combinamos todo: menos entendernos.
Un jazz perfecto entregame, que Miles inunde
el espacio usurpado de visiones que se disculpan.
Nos alegramos, la jirafa y yo, de que hayas comido
hasta luegos y noviecitas de ocasión. Ahora escupamos
las notas musicales que no funcionan con nuestro ritmo.
Creo que vamos rápido, estancados en el no comienzo, sin
corazones que aplaudan, y
con engaños que empiezan a existir.
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