casi casi que me acuno en los brazos
de la luna acomplejada de besos sin probabilidades;
corazón plástico y ternura comprimida
en los pastos húmedos de trabajo extendido.
los cuerpos sudan azúcar, somos un escudo humano
para las hormigas que pinchan para cortar
la piel que las alimenta. haceme sangrar la idea
y hablame del ascenso de la temperatura o
del tránsito, que claro, como a todos, es lo
único que me interesa antes de comenzar la rutina
(pero no más que tu respuesta ausente)
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