Y no puedo verte pero siento las energías
en algunas calles por la que ando; fue una noche de mandados,
fue una tarde en que silbaste y reconocí tu modulación y fue
hoy, bajo el solcito que hizo que esquive el diagonal, cuando
las vibras de tu rostro siempre sonriente se apareció en la mente
para bailar la música que entraba desde los auriculares margaritas.
No te vi, no miré, tuve miedo de alzar la vista y encontrarte.Y empezar a llorar.
Hoy te sentí en aire y se que no me equivoqué.
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