Entregá el sentido apuesto y quedate
con la resaca de la madera que camina
con bichos taladros y sueña ser un ataúd.
Sincronicemos la bienvenida al espanto
de no extrañarnos y de generar inquietudes
vestidas con harapos primaverales;
Como no hay tiempos, ni olores, ni visiones
más superficiales que las de nuestras manos
hachadas por las lapiceras que escriben sonoridades
invisibles a las tintas, vamos a quedarnos abrazados,
fingiendo dormir. No descansemos del amor: que nos acribille juntos.
Me ha encantado tu Poesía, que salta hasta la Vida.
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