miércoles, 17 de septiembre de 2014

En tu espera.

Como se escriba, no importa. Estaremos sutiles, la espera y mi amigo invisible,
a que hoy escribas el comienzo
de una no ganas de verme, pero con todas las emociones
desparramadas en veranos eléctricos, de nubes soleadas desde
donde caían flechas que hacían sangrar a los arcoiris que decoraban a
tus palabras de distancias.
Estoy mirando tus yoes acalambrados de fingir seguridad en aquéllos
abrazos que bajaban hasta los talones, quebrándome
en angustia relajada de ilusiones.

Lastimas, lastimas tanto que...

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