viernes, 26 de septiembre de 2014

nuevediezaños

Perder ante tu sonrisa y sentir que la criogenia estuvo presente
hasta el arranque de la primavera; despertar con la sensación
de que me fui en el invierno, en silencio, enojados con el frío y que
retornaste sin expectativas cuando los pastos ya verdes y en crecimiento
le competían al asfalto del pueblo y al concreto de la ciudad. Que fue ayer que
te llamé mintiendo que no salía y que fue la semana pasada cuando quemé
el dedo índice con el fuego mientras calentaba la comida que jamás tocaste y mirabas
con desconfianza.
Hoy,siento que perder ante todo vos, sin verte, como siempre, pero repitiendo la
imagen de tu torpeza ante la puerta, bañado, con olor a colonia, con el gestito
de tu brazo por detrás de la espalda fue lo que hacía que fracasara en los demás
y que ser inconclusa en lo iniciado sea un modo de naturalizar el no olvido...
Deseaba eso que sos y que dejaste en mi...deseaba ver tus discos desde la cama,
deseaba ver los dibujos y adivinar si alguien robaría a través de la ventana por donde
una vez vi a la Luna redonda a punto de estallar...
Hizo click la congoja y supe que te extrañaba y que no encontraría en nadie
lo que me diste, inclusive el engaño no infiel....


Lo terminé de entender hoy
 por culpa
de tu
voz.

Y lloré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario