planificar las vacaciones sin tiempo no es mi gran fuerte
y en estos dìas de insomnio cambiè de rutas tantas
veces que ya no se que era lo que querìa.
a todo esto, me tiraron tres gatitos en el patio
y un perrito nuevo.
¿me ven cara de què?
me di la cabeza contra la pared por huir de un sapo que
tomò por imprevisto a los pies mientras limpiaba el patio.
llorè y pensè que necesitaba una caricia de mamà,
esas pasaditas de mano que todo curan.:
un golpe, una nana, un dolorcito en el alma, un desamor confesado...
un golpe seco entrò a la casa mientras merendaba.
golpean las manos,
me dicen que el perro se cruzò y que habìa entrado rengueando.
fue el susto, nada màs.
de todas formas habitar este pueblo es de susto total.
y todavìa no puedo curarme de los espantos.
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