martes, 3 de enero de 2017
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El vecino golpea la pared estableciendo un estilo de comunicación primate: le molesta, estoy segura, que practique con el xilofòn.
La que le espera, pienso mientras sigo re contenta sacando temas con escalas bàsicas de educando de primaria, cuando llegue el metalafòn.
Y sigo rumiando los dodofafa y me equivoco, porque es dolalami..
Golpea de nuevo la pared. Me cuestiono por què me banco que me haga callar. O si en verdad es otra cosa.
Ya fue.
Voy al patio. Se larga a llover y decido salir a caminar en busca del arcoiris que no se ve.
Me empapo.
Pero no dejè de pensar en teorìas.
Me acordè que tenìa que volver a trabajar.
Me baño. Entro en pànico por un sapo.
De un saque termino la libretita y me angustio por todo lo que cuelgo con todas las cosas que querìa hacer.
Desarmo la mochila. Tiro papeles, encuentro plata desparramada, entradas de recitales, dos SUBE y un nùmero de telèfono anotado que ni idea por què ni de quièn.
Me di cuenta que traje un papel ajeno.
Espero no ser una anticupido.
Lavo los dientes y reflexiono que deberìa cambiar el cepillo. Y limpiar el espejo que siempre queda decorado con la pasta dental. Y que tambièn tengo que comprar una tapa al inodoro (aunque la levante o me parezca una cosa inùtil). Y que la cortina es espantosa y jamàs la cambiè. Y que ademàs de todo eso, la pileta sigue cada vez màs manchada con las tinturas y el dìa que deje la casa tendrìa que comprar otra.
Abro la heladera y sòlo tengo tres latas de cerveza, una vegetalina, un limòn seco, un tupper vacìo y albahaca arrugada por el frìo.
Asì no se puede. Me dije basta. Basta porque la panza empieza a estar redondita por el alcohol que no estaba acostumbrada. Y pienso giladas.
Y no sè a dònde iba con todo esto....
ah! sì!
Pensaba que sos lindo. Muy.
Y el vecino empezò a golpear la pared y cortò toda esa inspiraciòn.
Porque estaba creando una canciòn para vos.
*cambio y fuera*
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