miércoles, 11 de enero de 2017

Llegò cansada a la casa.
Con todas las risas contenidas.
Sacò los dibujos y les tirò agua; reciclò tu cara
para escribir encima.

Trasplantar plantas fue su actividad deportiva,
para despuès recostarse, rascarse la panza,
y fumar pensando si ya era tiempo de dejarlo.
¿Què sentido tiene hacerlo si no puede compartirlo
con los amigos invisibles que se fueron de vacaciones?

Què feo que sos mar. Què feo el Sol tan fuerte.
Què feo quemarse. Què feo la gente apiñada:
paleteando, peloteando, tejeando, mirando todo.....





Prefiriò jugar a armar palabras nuevas
desde una palabra en concreto:

INSIPIDO

nido
pino
don
pis
pido
ido
piso...

y se acordò de las horas en que competìan
para finalizar todo en pelea
o en busca del diccionario.

¿jugarà con ella? ¿con èl? ¿con quièn?

¿jugaràs?

¿aùn jugaràs?

El scrabble le pide que lo use
pero a nadie le interesa.
Lo hace sola.

Y de nuevo se acordò de vos
¿jugaràs con ella? ¿con èl? ¿con quièn?

¿jugaràs?

¿aùn jugaràs?

¿Alguien se reirà de tus chistes tontos y de toda la torpeza para andar?

Se sonò los dedos de los pies y pensò en una canciòn de los noventas.

Empezò a encerrar en nubecitas los alquileres pròximos,
ya cansada de ver monoambientes, techos rotos,
patios de concreto....
mirò y sacò cuentas de las cursadas obligatorias vencidas,
los horarios, los cursitos, y en eso
 se acordò del rollito velado.



Tu cara està oscura, silueta carbòn,
pero que igual sabe distinguirla
en el pedacito que corresponde.
ahì, justo despuès de la librerìa.

Una odisea para retenerte en un instante propio,
sin que lo sepas.
Y riò con ganas, por las dudas,  por si llega
antes el invierno atascado de adioses.



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