y ayer corrì una picada con la poesìa,
arrancamos donde termina el asfalto y por supuesto
comienza la tierra. y si se sigue estamos en la ciudad.
la calle de tierra que siempre està deseando lluvias para crear lodo
y sanar las pieles quemadas.
en el pique inicial empezò a dolerme el costado, sin dejarme vencer,
encontrè la excusa perfecta para cortar camino. el atajo a la nada.
conozco de años los alambrados y los pasos de los animales.
casi como te conozco a vos.
tropecè pero no caì. fue un amague y aviso de la gravedad.
dejè de correr para meterme a la pileta abandonada y quebrada.
escribì oraciones en las paredes, tapando otras, dibujando caracolines
e imaginando por dònde andarà la poesìa ahora.
si seguirà corriendo o si ya apareciste de la nada y le metiste el pie para destruirle el cuerpo de palabras-
asì como destruiste los deseos en mi.
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