fue el intento de querer ser sutil
y fallar en el tiempo, lo que se
convirtió casi en una lástima,
cada vez que mirabas el cielo
que nada iba a contestar.
el viento ayudó a movilizar el dolor
y las piernas con las rodillas raspadas
buscaban el calorcito de un beso
que apareció manco y dudoso.
ahora, te alejaste pisoteando
las ilusiones.
lloro un poco sin querer,
y duermo abrazada al libro.
abandonada al sueño sacrificado
por las luces del pasillo.
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