martes, 15 de agosto de 2017

tengo tèmpera en la cara.
el viento pasò enojado, me limpiò a lengûetazos,
y te dejò
un poco de  esos colores en tu pelo. porque los dìas  te visten de llanto marìtimo.
sin olor a sal. con vacìo de nubes. con fotos viejas donde se ven discusiones.
donde tu felicidad era superflua. sonrisa de nada, de dolor.

en el espacio las estrellas desayunan temprano y se caen por vagas.
no cumplen deseos. yo tampoco.
en tu espacio, las estrellas te ciegan y la luz hace que optes por el peor camino.
yo me alejo. paseando planetas con correas. saludando a los cometas que te rozaràn
con fuego apagado
 el corazòn. _algo es algo_
disfruto tus errores que te dan cansancio. me alimento de las hojas del otoño que
nacen de tu encierro.
 te dejo sombras para que te abrigues, pero
 el viento te compadece. te ofrece mis colores. lo acepto.
duermo en el ùltimo asiento de los acordes de esas creencias.
los planetas empiezan a derretirse y mis manos no saben si sostener las correas o tirarlas;
 la libertad hace huelga de eclipses,
los sueños se hacen ciudades muertas.
presiento lo que viene.
intuyo junto a la ropa colgada y los miedos atentos, las gracias depresivas de perderse
en un confianza que mejor  ( y de verdad) sea ciega..
el don de ver màs adelante hace que todas las palabras
que dijiste dormido, tengan gusto a madreselva; trepan
desde los tobillos hasta la mañana donde la Luna es perpetua.
desde la ventana tengo los mejores paisajes aunque para el resto
sea una simple pared.
los olores tuyos que el viento trae a cuentagotas,  son la anestesia.


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