sangrò mi mano intrusa,
cuando por pura osadìa abriò
un poco màs la puerta y retirò
los vidrios estallados
que decoraban el asiento trasero
del auto chocado.
¿qué hacès?
quiero dormir una siesta acà,
quiero que vengas y nos besemos
quiero tirarme sobre el capot
y sacar las bolsas
y hacer carteles nuevos.
y lamer las partes que se deshacen
ofreciéndose a la visión.
no necesito mil dólares.
sòlo no preguntes què hago.
pero traeme azúcar para cortar la hemorragia,
y si es la misma que usàs para las palabras: mejor.
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