una temporada donde enjuagaba
los deseos con tu transpiración.
almorzaba, cenaba, merendaba a destiempo
pero te desayunaba puntual. incluso de noche.
y quedè haciendo burbujas en la mar,
observando un punto del horizonte.
soñando. esperando ver la cola y las plumas de algùn dragòn marino,
ansiando la gran ola para darle propulsiòn a la cuerpa,
y elevarme, y sentir frescura,
tan similar a cuando intentaba besarte. tan tus besos.
delirios infantiles
de un enamoramiento tardío y poco
narrable.
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