jueves, 25 de febrero de 2021

 dadaísta  desde la visión  de parque reforestado,


 al ritmo de frenadas irrespetuosas pierdo el sentido y ardo


en palabras que no pueden pronunciarse. una planta germina en la mano


que a su vez debería acariciarte. te piensan los dedos, los codos austeros,

las piernas entrenadas,  y en el cielo, en las nubes reunidas por tonalidades,

las oraciones más bonitas encuentran la forma de tu brillo corporal. derraman tintas.

tanto que casi el mensaje a enviarte fue: ¿muere Bambi?

porque todo siempre, remito a filas de ciervos veloces,

con finales diversos. 

soy sierva estampando el lenguaje en el tiempo de quimeras deliradas.


con el temor a que no entiendas la forma y manera en que te admiro.


por eso, sólo en sueños, te escribo.

martes, 23 de febrero de 2021

 esperaba el refusilo. quería sentir el estímulo en el deleitar de los nervios òpticos. esos que calcaba con esmero en toda la primaria y en todos los años de la secundaria, incluso insertado a modo de  detalles en algunas crónicas universitaria. también el refractar. lo refractario en la oscuridad contra la cortina a modo de filtro nocturno. los ojos dilatando las formas y el refusilo iluminando la noche de edificios vacíos y persianas bajas. qué oscura la metrópoli, parece una noche cualquiera de enero. esas en  que se camina casi toda la ciudad para saborear la pizza más esponjosa. el refusilo y su contraste noctámbulo. un  refusilo lejano, y la tormenta que debe andar sobre el río. esperaba en eterna mansedumbre el relampagueo hielo. fresco en su impertinencia. lo esperaba y al manifestarse empezaba a contar. contaba pausada. con una lentitud sosegada. igual que en la infancia: en la cama, enfrentada a la ventana, acostada boca arriba con la sábana estirada sobre el acolchado y los codos sobre el esternón. apenas los dedos asomados apretando la cobija ante la iluminación centelleante. una memoria donde estás refulgente y los recuerdos que encastran. la infancia acá, con las expectativas acumuladas igual al agua de las nubes que ya no es agua sino  todo un cielo gris. alquimia cíclica. una secuencia de flashback en cada iluminación y de nuevo el contar pausado. llegaba a los quince segundos y de repente fueron tres segundos. sonrisa de niñez, porque la  lluvia ya llegaría. ruido de trueno. sonido quebrado.

y el chubasco feroz.

mi siempre y efectivo arroró.

viernes, 19 de febrero de 2021

 busco en tono de amabilidad aprehendida y estenopeica, a  todas las palabras

que jugando se atoraron entre la ilusión  y el mal comportamiento

de tus gestos, quejas dulces y sueños extraños que resultaron tan absurdos para estos guiones mal acomodados.

igual los combino. y te observo desde los extremos de tus huesos, hasta el estómago revuelto.

y los fuerzo a compaginar. creo ilusiones y las quemo en hogueras que intento apagar para

quedar tiznada junto a este cansancio colosal. casi dantesco o digno de fábula épica

que me envía a la cama antes de las diez.


las cajas desdoblan a las hojas escritas, a los bocetos de dos nuevas palabras que utilizadas

no suenan extrañas ¡casi que me alimento de ellas!


son espasmos tus apariciones, destellos de agonía, cicatriz de satisfacción que  crea 

la sensación a un bosque de luces incandescentes para perderse. sos casi

mi muerte a cuentagotas con tiempo extra para  lamerme la herida que chorrea destino.

siempre encuentro belleza en el horror, goce en la espera, delicia y juego en las estrategias , delirio en el pensamiento amordazado pero soy pésima en la competencia. entonces, estoy segura, que mi ofrenda

 sería la conversación más aburrida

de tu historia, aunque  sin arrepentirme de tropezar y lastimarme las rodillas frente a vos.


en sublime y descarada desnudez. 





martes, 16 de febrero de 2021

 

 mientras la marea deletrea galaxias que despiden fuego en cada distracción planetaria, 

también cósmica y con una constante definición de relativa brillantez

 opacada por esos anillos de saturno que apedrean  a cuatro naves preñadas 

de baldosas flojas y tilos que entregan alergias en todos los besos,

y , aunque rota la piel, los miedos atorados y las virtudes de vacaciones, la espera sigue; 

porque la hipótesis principal es un desquicio de soplo lunar: una obviedad la sonrisa con gusto a 

pasto recién cortado y a lluvia que adosa merienda bajo las sábanas.

sábado, 13 de febrero de 2021

 fue desde una sincronicidad de llegada orgásmica

y desde la comprensión de tu abrazo, 

que la nostalgia puede vestirse con un nombre propio,

y desvestirse ante una confusión casi premeditada.

viernes, 5 de febrero de 2021

 lluvia deliciosa que refresca lenta a la piel,

humedad pegajosa que gusta tocar junto a una

caída mental de sensación lúdica.

recordar en suspiria la mirada poco disimulada que se retira 

con emoción fingida ante los pasos que alejan mi deseo real.


suspiros que paralizan y las palabras que se esconden ante

el mirar sonriendo, la sonrojada apreciación de decir más y callar.

las facciones de los ojos brillan y después lloran: extrañan un poco

los gestos pocos disimulados de tus brazos nadando las narraciones que

no logro concluir. mezclar relatos. los tiempos. las certezas. 

vestida de dudas mi piel que calma la ausencia de la parte que dejó en vos

clama por tus dedos temerosos de acariciar mis cachetes percudidos

de árboles que se burlaban de nuestra timidez.


y ahora ante estos días tristes y encaminados

¿quién se mofará de improvisar la calma y el mal uso  de mis tiempos verbales?

Ojalá entiendas y traduzcas esta desesperación 

bastante solapada que es sólo para vos.