la ausencia comprendida es el bollito de papel al costado del escritorio.
y es un poco ésa palabra arrugada que se asoma desde el más simple pliegue frontal,
la misma palabra que desayunabas mientras el melón chorreaba verano en los dedos del pie.
el incendio del patio convertido en hamaca paraguaya y pileta barata.
tus acciones predecibles en el discurso desparramado. mezcla de lástima y comprensión.
mientras todo se construía en calor con agua.
de toqueteo y sudor.
las coordenadas desarmadas pero siempre
al fondo en el ropero, en la caja de tus zapatillas favoritas.
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