martes, 6 de marzo de 2012

PEDHAZITHOP



Acostumbrada a que arruine todo, absolutamente todo. Y sabías que no quería que te quedaras. Pero si te ibas quería que volvieras.

Parpadeaste y dijiste no estar seguro de partir. La maceta decorada con vaquitas de San Antonio aún mostraba náufraga, a la florcita que asomaba a un  mundo turbulento que se rompía. Parpadeaste y dijiste no estar seguro de partir. Que si fuera por vos te quedabas. Pero que no se podía.

Algo como lejanía dijiste. Algo como distancia, cercanía, providencia, aire, cambios….no pude…no quise…no escuchaba…el cerebro no retenía tu discurso de despedida….¿o era la llegada que anticipaba el adiós?

Te quedaste. Te fuiste. ¿te fuiste? ¡Te quedaste decís!




                                                                                                             Pero acá no estás.




Acá tampoco.




                        Y en estas palabras tampoco estás……..no te veo….no logro divisarte……léeme con mas fuerza por favor…………..              Tirate a nadar en estas palabras y susurra canciones de cuna en tonada francesa como los caracoles brillantes.



¡Tirate de cabeza!


Susúrrame.                                   (E. Gorey)

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