miércoles, 16 de noviembre de 2016

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empiezan los dìas de calor, de cielo limpio, de sol  que agita;
las personas andan de mal humor, siguen con su mal humor de rutina laboral,
pero te dicen "què lindo dìa", y esa expresiòn es porque sale el sol.
a mi el sol me molesta cuando quiere imponerse con esos rayos que lastiman la piel,
mi piel,
mi quemada piel que no olvida las quemaduras de segundo grado, como tampoco
la casa incendiándose.
comienzo a ver a la gente con ropa deportiva, dando vueltas por el pueblo,
por las entradas asfaltadas, disfrutando el sol, sonriendo, con botellitas plàsticas en las manos, aunque creo, por simple
deducciòn, que si ellos piensan que el dìa es muy lindo ¿què hacen exigiendo al cuerpo en vez de disfrutarlo?
trato de dejar mi pesimismo de lado, de esconder la angustia y los miedos, de aislar el drama de la tragedia,
dejar de ser dràgica por un momento y pensar en cosas lindas por hacer sòlo porque anda el sol.
supongo que deberìa ser una excusa perfecta para invitarte a alguna plaza,
a tomar birra, a fumar, a reìr, a flashar....
pero la verdad es que prefiero el encierro,
con la comodidad de un colchòn, con  los papeles vistiendo la casa,
los crayones mutilados y las palabras abrazando relojes que no andan.
no es que no quiera salir, pero no cambio la sensaciòn de andar descalza, y de quizàs, poder chocar con tus pies tambièn descalzos.
con este sol, la madreselva se vuelve desenfrenada y larga olores veraniegos o primaverales,
la cuevita que hay en ella sirve para aspirar el viento tibio y saborear cubitos en las manos.
aunque huya del sol, voy a la ciudad, donde el asfalto se derrite y se adosa en el alma,
dejàndola turbia, pegajosa, asquerosa. el alma se asfixia. necesito romper
edificios, y mirarlos, necesito saber que hay un aire màs real a la perdiciòn.
la gente en la ciudad no finge querer al sol, lo detesta en las horas picos, detesta el calor porque
los sofoca.
pero a mi el sol, me sofoca siempre, en el pueblo o en la ciudad.
el sol me gusta de tardecita, cuando todos fingen descansar con aires acondicionados en un sillòn
mirando programas enlatados, porque estàn cansados por el ejercicio.
ahì, sì, me gusta, pero no significa que me guste salir.
con mis perros voy por calles de tierra, abrazando y hablando con los àrboles que resistieron a los
temporales e inundaciones.
las dudas,
el insomnio,
mi vergüenza,
el lelismo,
la estupidez,las charlas donde intento sacar conclusiones de còmo decirte que me gustas
¿cuàl serìa el problema? ¿o te das cuenta? ¿estàs huyendo? ¿estoy loca, desquiciada?
el sol achina los ojos, hace que me pique el cuero cabelludo,
que me desglose en el piso pensando en còmo invitarte a un lugar donde jamàs vendrìas.
se que no podrìa hacerlo. porque la ansiedad, la estructura, la planificaciòn,  eso que soy,
ya resolviò todo. fue como cuando despejàs la X y llegas al resultado sin equivocarte.
 gusto de vos, y tengo ganas de decirte que sos hermoso, de darte un abrazo, de estar aislada y lejos, pero sabiendo que tambièn necesitàs eso. y ahì, es cuando te tiran la X prima y no sabès què hacer.
¿dònde la acomodo? ¿còmo despejo esto? ¿què sos realmente?
el cerebro avanza demasiado y se da cuenta que en la totalidad del càlculo, en algo fallò, algo asì como cuando
se borda en punto cruz.
¿què puede salir mal si te invito a sòlo andar por el mismo espacio, sin necesidad de hablarnos?

es culpa del sol, de sus rayos ultravioletas....
quizàs el sol estè tratando de mimar la desesperación esta,
y que caiga que no tengo nada resuelto,
cada vez màs embrollada,
cada vez màs palabras en las paredes, muebles, puertas,
cada vez màs alterado el ànimo.

leo el horòscopo:
habrà  luna en sagitario, zona de influencia en decisiones del amor.
mejor eso, que el universo actùe.
porque es mejor que yo para expresarse.




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