si estaba desesperada corriendo a los tiempos,
esperando que aparezcan señales de confusiòn,
ayer no fue el dìa indicado.
la semana pasada tampoco.
no es tristeza, ni dolores, ni angustias,
sòlo una ansiedad recalcitrante de remojar
hojas dadoras de tinta a rabiar que se entregan
para que pinte los folletos.
la molestia se cortò el pelo
los insultos se escondieron
pero la sudoraciòn de tus manos
llegaron igual. hasta acà.
hasta la esquina de una diagonal,
que desemboca en garita abandonada.
todo eso pasaba
en esta pesadilla, irreal o real, de desglosar las palabras,
mientras andaba en cueros, corriendo
de un asesino serial.
(mucha tele, dicen.
pero no tengo cablevisiòn.
se equivocan, pero no hablo)
sigo atorada en el primer sàbado donde comenzò el año.
el año para mi.
ese sàbado donde esperè que me vieras.
hey!!
acà.
bueno...
y decidì irme,
porque mejor asì.
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