Habìa pensado tan poco que cuando tocò razonar a la fuerza naciò un desmayo justo al lado de la biblioteca; no ayudò la ubicaciòn. Y siempre la habìa cuidado.
La noche no fue noche por màs que el reloj lo indicara.
Fue todo un dìa....desde ayer hasta este momento-
Llorar, terminar de llorar para hacer el duelo de no gustar màs de vos
como estaba pasando.
Porque ya llorè por sentirme nada para vos.
Porque sos perfecto.
Y lo logrè. Fingiedo un poco.
Con el dolor a cuesta.
Rayè màs libros.
Y fumè, todo lo que habìa guardado, abrazando la ingenuidad.
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