lunes, 4 de septiembre de 2017

regurgitar el almuerzo.

El efecto invernadero y sus consecuencias. No tenemos el invierno de siempre porque la capa de ozono y el uso de aerosoles y productos quìmicos van disolviendo nuestra capa planetaria protectora. No creo en otra estaciòn que no sea el otoño. Siempre, como dijo Simòn, serà otoño. Pero a veces pienso que cuando ande desprevenida me va a saltar un monito en la cabeza o que un vientito tibio se transforme, en cuestiòn de segundos, en un tornado.
Tomo nota de los datos que màs me interesan, estoy decidida a participar de la sobremesa que se aproxima como si estuviéramos  por participar de una alta trasnochada. Estamos creciendo.
Paso casi todo el tiempo que tengo extra en la cama realizando esta tarea. Quiero decir y sacar un tema acéfalo de conversación.  La revista cientìfica que tengo de referencia es buena, làstima que el año de ediciòn sea 1996. El mismo verso de siempre. Calculo entonces, segùn las medidas y el deshielo venidero, que al menos el Everest bajò quinientos metros. Bueno. De todas formas, voy a obviar la fecha. Da lo mismo.
Nos sorprendemos de las mismas cosas en otros calendarios. Entonces, la historia no es cíclica, ni repetitiva, sino que vuelve potenciando el pasado màs atroz. Serà siempre igual. Y me siento cada vez màs sola esperando el final. (anotè con lapicera verde. no pasar, reescribir, no da, cursi, y muy de gusto)

_ Èsta es una chanta, mirà que la conozco de años-dice Shu.

_ ¿Quièn?- pregunto casi al borde del llanto al ver la formaciòn de bucles en mi cabeza. Humedad invernal. Consecuencias bàsicas. El pelo.

_Esta gila- me contesta casi gritando y agitando una revista.

Què bueno, algo impreso y no virtual para comenzar un camino de crìticas a todo todo todo todo. Ni ganas. Pero estoy en casa ajena por mi culpa. Por hacerme la dolida sentimental. Ahora tengo que aguantar las giladas estas. Hubiese sabido, me guardaba tu machismo en el estòmago y lo cagaba y chau. Pero no. Tienen que dolerme tanto las palabras que tuve una deshidrataciòn de amigos al instante del suceso. Se quedaron del bando del agresor. A las personas no les importa el dolor cercano. Mejor hablan de causas re lejanas. La violencia que les toca no. Esa sì que no.

_ Ser facho es màs fàcil  Shu; te avalan por simple imposición y cero ganas de pensar en un otro. Y de no tener que hacerse cargo de las cosas que pasan frente a sus vidas.

_ Somos medias fachas ¿no?

Hago un gesto de desinterès y un esfuerzo enorme enorme para no contestar. LM pone la mesa con un pelotòn de desgano atroz. Creo que intuye que nada bueno se hablarà hoy. Como siempre vamos a discutir entre nosotros.

Me aparto y busco la lapicera y la agendita nueva. Bah, no es nueva. Està toda rota. Llena de telèfonos ocasionales para no agendar, direcciones de casas a las que despuès jamàs me dijeron de ir, y algunas hojitas que fueron destinadas a notitas que no tuvieron respuestas. Ahì, despuès de pensar algo, anoto frenètica: "efecto invernadero/corriente del niño y despuès la de la niña/ ozono con capa rota" una flechita que dice: patineta....rolfe.
Me acuerdo que me comprè una tabla. La paguè en cuotas porque las ruedas eran importadas y todo iba acorde a mi peso. Casi me traumo con la balanza y con los dos centímetros que aumentò la cadera. El Rolfe me dijo que todavìa tengo mal el hombro de la caìda anterior, que me veìa torcida. Que por què no me compraba una bici y listo. Màs seguridad. "Encima con lo torpe que sos y lo poco que reaccionàs , me parece que no da. Porque seguro vas a venir con birras" me dijo el descarado. Tenìa razòn pero me ofendì y me fui.
Al final cambiè el material por buzos canguros y un jogging re còmodo que ya es parte de mi identidad. Los buzos me quedan enormes y horribles. Estàn estampados y me molesta sobremanera. Un poco me arrepentì. Tendrìa que haber comprado la bici desde el comienzo.

_ Preparo unos mates ¿no?- acota HN - ¿O la comida ya està?.

_Hacelo igual, ponele cedròn y esos yuyitos del frasco que està sobre la mesada- le ordeno. No le digo. Le or-de-no- Y usà la cocina, la pava elèctrica no.

Tengo puesta mi remera casi favorita y todavìa el beso de una desconocida no se va. No tan desconocida, lo de siempre. La desilusión de las presentaciones y lo que son en verdad. Por miedo, o por algo de eso, no voy a asisitr  al pròximo recital. No quiero ver idilios pasajeros de seres indeseables. Voy a quedarme leyendo. Ya suficiente con dos dìas seguidos de indie, aunque falte casi un mes, es como sentir una patada en el hìgado despuès de un atracòn de papas firtas, manì y birra con vino y en lo que se vaya derivando.
"Es como si esperaras que todo lo dibujado en una tarjetita de cumpleaños estè presente en el cumpleaños. No es asì Mica" me dijo una vez Shu. Una vez cuando me enojè porque no se quièn  què cosa. Pienso, aunque siempre quiero dejar de pensar, si hice lo mismo con vos ¿Còmo no vi la violencia tan patriarca?
Bueno.
El agua hirviò y resulta que la culpa es mía porque no quiero usar la pava elèctrica. Me dicen cosas como evolucionà, o si querès prendo un fuego. A lo que a esta ùltima proposición dije que sì. Me dijeron que era a modo de ejemplo de lo que no daba. "Estamos orbitando en sistemas diferentes" les contestè y me encerrè en el baño.
Soñè con suicidarme ahì. Cortarme un toque. Tirarme pasada de heroìna y morir diciendo boludeces. Un poco màs de las habituales. Pero el baño no tiene bañera, sino una ducha espantosa con un cuartito de vidrios que se empaña y se pierde lo romàntico de la sangre chorreando por el piso y por las patas de la bañera.

Salen los mates. LM me pasa uno por el espacio que dejo. Estoy negada a salir del baño. No voy a almorzar con gente que me trata mal. Escucho la palabra susceptible y salgo a pegar al primero que se cruza.

La ligò OLPLK que vino a contarme sobre vos.



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