lunes, 25 de mayo de 2020

La penitencia y la siesta obligada.
Pensar. Descansar.

Rincones oscuros del enojo, que suelen
eliminar:
el ruido de las olas contra la ropa,
el temblor sin disimulo al examinarnos,
¿Qué tanto de todo hay?
Verte gesticular en composición
con el sobrepensamiento.

Dinamitar.

Y seguir en formato presagio: el  único sueño desordenado que tengo/lleva tu nombre.

Colisión de disciplinas.

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