jueves, 30 de octubre de 2014

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Ni reinventando las palabras podría llegar a tocar el aliento que
sale de la piel gastada; tampoco cantando lluvias y ropa mal combinada,
y tampoco corriendo a dormir para no saber los horarios ni las decisiones.
Ni diciendo excusas programadas en meses, cuidando lo que se escribe, para
cuando lo lea tu desesperación lo comprenda entre guiños de flores; tampoco
mostrándote los crayones debajo de la cama, y tampoco ofrendándote paciencia.
Ni escupiendo, ni eso....

Sólo cruzarte sin calles.

martes, 28 de octubre de 2014

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La constante pasión tuya al olvido, digna de ser plausible los Jueves de anestesia,
corre entre los números que vitorean el hallazgo de excusas serenas.
Que duela la sordera por asentir a cada mirada de deseo sarcástico
programado junto al transporte de incomodidades discursivas; todo
porque las referencias del fichero mental no alcanzaba los bajos amaneceres
de causalidades marítimas que añorabas cuán capricho de cigarra perezosa.


viernes, 24 de octubre de 2014

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Todo se rellena con pasta a base de fruta procesada
que va pegándose en la entrepierna de la serpiente anudada
como lapicero sobre el cajón de casettes que tienen la cinta cortada.
Tenaz, sagaz, despreocupada, amigable y algo que está borroso.Adjetivos
que definen personalidad de un signo zodiacal que se está inventando mientras
las frutillas a punto de explotar gritan porque no quieren ser trituradas por el filo
del electrodoméstico. Gritá, dale gritá fuerte en el ombligo de las penas que
están balanceándose en el tronco del patio y sudando las distancias entre
las madreselvas y las gotas del sauce.

Si una tarde de otoño no hubieses barrido las hojas que se aplastaban con nuestras
espaldas contracturadas por la presión de la burocracia que nos dan de comer, quizás o a lo mejor, ahora, en estos momentos que ya no estás, podríamos jugar a la oca o al ludo matic, lejos,
bien lejos de los que protestaban por el ruido como así evitaríamos pelear por elegir colores.
¡Amarillo! Siempre elegí el amarillo,tanto en  los chupetitos de plástico, pulseritas con olor,
lapiceras, fibras, crayones, y en todos los olores andantes. Sumé al violeta, pero no había fichas violetas.
Vos no elegías. Agarrabas, jugabas, hablabas, cantabas, mirabas, tocabas, te ibas y caías.
Siempre.

lunes, 20 de octubre de 2014

Doble tos, nunca olvida. ( Tirándole palabras a un texto de G.Lopumo) -

Hoy tengo que ir a la farmacia a comprar una crema, pero de las que no te dejan toda esa grasitud que te dejan las que dejan. El canal italiano parla de fondo mientras busco las zapatillas que me escondió el perro, o que escondí y termino encontrando pedazos de plantas de mamá y plumas de gallinas. La verdad, quisiera estar escuchando música, pero siempre engaño al engaño diciendo que cuando compre unos buenos auriculares pondré música en el teléfono. Aunque se que es mentira. O tal vez no es mentira, es excusa. ¡Gran aliada la Excusa! Clavate un tiro boluda... pero no. Encuentro las zapatillas masticadas, doy un beso al perro y agarro la bici. Pienso que antes de intentar ir a visitarte paso por lo de Coco y la inflo, pero igual sé que no lo voy a hacer.
*

Qué pelotuda soy, siempre bailando asustada entre los recuerdos y posibilidades ausentes, entre las luces que cegaban las caricias y la purpurina que volátil se esparcía y caía cerca de tus pestañas que trataba de arrancarte. Por placer, por dolor, quizás sabiendo que era efímero todo. Y ya sabés: pestaña que se cae, deseo que se pide entre dos.
¿Pero qué dos? ¿Qué una? ¿Qué complemento y qué media cosa de no se qué? Alma gemela, dijiste susurrando mientras babeabas la cerveza. Ahí fue que se salieron las costillas por la risa y ahí fue cuando la seriedad cayó a tus piernas que se estaquearon.
Y se fue el tiempo entre pedaleadas... y te vi del otro lado. Sonreíste...o lo inventé a eso.Bueno, de todas maneras tengo que empezar a seguirle el juego a la cabeza con su materia gris parlanchina. ¿Cómo hago? ¿Cómo hago? Si no se de donde la tengo, si sólo la cruzo cuando ya me había colgado con otra cosa. ¿La sigo? ¿La atropello a reproches y después la acaricio?
Bancá, loca.¿Cuánto tiempo ya pasó de ese día? Si miro el calendario saco cuentas súper enérgica hasta que caigo que tengo uno del 2007. Y pienso...el sábado trece fue miércoles..entonces es la chica que dije amar o en verdad es otra. O empecé a hablarle a una de un tema, sin dudas nada interesante, y lo continué con otra.
A lo mejor tendría que empezar a rescatar la ansiedad. Pero no. Ni da. Así no estoy bien, pero estoy segura que de otra forma estaría peor.
Inmune ante la estupidez, siempre igual. Bardera porque los parámetros de los demás se descalibran cuando intentan decirme cómo debería ser ante esas situaciones que parecen tener un protocolo de conquista. Capaz que eso está haciendo falta: tener tacto en el terreno de los corazones. Nah!
Ya fui chica cuando todos eran más chicos aun, antes de darnos cuenta que todo era habladuría barata de pueblo y que estábamos destinadas a ni siquiera ser algo para señalar con ninguna parte del cuerpo. Y ahora se supone que soy grande. O a lo mejor soy infante eterna. Ando en el camino del amor como las contestadas de los pendejitos de ahora. Así, media arrogante porque ni idea qué hacer.
Y acá estoy, tratando de no sucumbir ante una pija después de tanta falta de amor, clavándome la número y pico de algo de cerveza y unos canutos pedorros de flores viejas que estaban dentro de la billetera, sigo acá, contando estrellas y buscando satélites para seguirlo como una gran tarada que soy pensando que es un privilegio presumirlo a las bobas de ciudad. Fahh...qué interesante..ajam ajam...Luser.
Soy una pelotuda. Tremenda pelotuda. Con título en pajerismo y posgrado en timidez. Miedosa. Traumática. Sensible. Ni siquiera la almohada me sirve para llorar porque moqueo que da calambre, y de esa parte se encarga la sábana, que después queda húmeda y es un garrón ponerla del lado de los pies.
"Decile de tomar unos mates, la piba está re dispuesta" No sé si después de esta alentada tiene que sobrevenir la alegría – o una pantomima de ella- porque cabe la posibilidad que me diga que sí o llorar porque es posible que le diga que sí a todas y todos. Estoy en tiempo de alta de ánimos, pero baja la estima para que pase cualquiera, aunque con dignidad...sí..no sirve de nada. Porque se aparece y todo es sonrisitas y bienestares increíbles...pero qué vida de boluda despreocupada que parezco aparentar ante ella...soy patética. Cuando estoy atragantándome con la comida o reventándome un grano en el espejo pienso..."oh, y ella debe estar gesticulando de placer con otra que está, al menos, bien vestida"... Qué repulsiva me siento ahí.
Por suerte se pasa y aparece Míster ánimo con las rupturas ajenas en bandeja describiendo cómo sufren sus mentires y vilidades mientras acá, yo, tiro perfume para tapar el olor a frito del departamento. Muy top todo esto.
Está bien. Lo admito: estoy haciendo un poco el papel de la boluda. Porque de repente me acuerdo de Inés ¿Inés? . Bueno, sí, digamos que se llamaba Inés, mi gran amor antes de serlo, ahora y siempre. Ahora y siempre, como los 30.000 compañeros desaparecidos, que aunque aparecen siempre se mantienen en esa cifra. Inmutables. Así, aparecen amores pero vos, Inés, estás intacta en el pedestal cerebral y casi neurótico que está construyendo mis días.
A ver, empecemos: extraño tus mordidas y tus dormitadas en mis brazos, los tics y los movimientos del cuerpo que, si supiera código morse, seguro que podría deletrearte y contarte tus sueños. No sabés cómo moría cuando te veía enrollarte sobre mi. Pero moría de amor, de amor, amor, amor....Y ahora muero de no se qué. A lo mejor de una clase de amor pero no se cuál. Lo único que se hacer es llorar y lamentarme. Lo que venía haciendo hasta que te conocí y encantaste.
A menudo me sorprendo hablando para el costado como si estuvieras vos. Pero siempre es mejor si estás vos. Y salgo por las diagonales y emulo un estornudo como esos que te daban los Tilos, paso por la tienda de ropa usada y busco prendas de color naranja, tu color preferido o pienso que lo era.
Pienso que mejor es dormir, pero cuando despierto chilla de sudor y olor el corazón. Quiero gritar tu nombre y que te rías, que respondas: "¿qué?", "nada" te diría yo. Y tirarías sobre el colchón para que rebote en mis pezones esa sonrisa arco-iris y ahí te abrazaría. Te abrazaría toda la vida construyendo el verdadero adiós de un hasta siempre.
Y posta, moriría. Ahí, moriría.





jueves, 9 de octubre de 2014

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Si alguien pudiera explicarme qué pasa por la cabeza del pato que tropieza ante el cordón de la vereda quiero, por no favor, que le explique al limonero el sonido tardío del "cuack cuack" siempre tan humanizado y muy lejos de ser patístico...


-¿Y qué hacías de chica para no aburrirte?
-Jugaba a leerle a mis amigos imaginarios y los árboles...ves...todavía soy chica.
-Yo jugaba al fútbol, tenía todo un equipo.
-Ah---por ahí algunos de mis amigos estaban con vos.
-Puede ser, no te lo niego. Igual tuve que empezar a jugar cuando mi mamá no estaba porque había llamado a un psicólogo.
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-¿Y ahora alguno de ellos está acá?
-Sí, quiero que vea cuando me des un beso.

Y nos fuimos.