Asqueada por la supuración de las aguas saborizadas que fluían de tus poros mentales es que decidí preguntarte qué técnica de natación es tu favorita.
Silencio....
Tu modo de comunicación.
Lágrimas ensayadas.
Mi respuesta.
Pavlov se burla de mis no reacciones.
Alejada de la distancia te veo en el cuerpo de ella. No río.No puedo mirar más. Tampoco puedo pensar qué es lo que me provoca tu estupidez en su fealdad.
Idiotez.
Tu modus operandi.
Esperar....esperar algo coherente de tu ignorancia.
Ahora.
Soy absurda.
lunes, 28 de octubre de 2013
martes, 10 de septiembre de 2013
jueves, 22 de agosto de 2013
Recuerdo
Viajar
hacia donde las palabras adormezcan el dolor de extrañar el desprecio
de lo que alguna vez se disfrazó de amor.
Y tener miedo de la ausencia y un poco más de miedo a la realidad.
Ser frágil ante la espera de que vuelvas con abrazos
roídos de espantos y desilusiones.
Cansarse de los cambios estructurados por tu mente
estrecha y tus anhelos irreales ¡qué básico resultó
tu mundo para mis libros! Pero cuánta razón
había en ocultar los besos de ella, que quería convertirte en objeto....
Y pensar que la libertad la tuviste en mi confianza...y no la quisiste; preferiste seguir mintiendo y
construir un falso amor con quien no ama, sino
con quien te amarra. (tal tu deseo).
Y tener miedo de la ausencia y un poco más de miedo a la realidad.
Ser frágil ante la espera de que vuelvas con abrazos
roídos de espantos y desilusiones.
Cansarse de los cambios estructurados por tu mente
estrecha y tus anhelos irreales ¡qué básico resultó
tu mundo para mis libros! Pero cuánta razón
había en ocultar los besos de ella, que quería convertirte en objeto....
Y pensar que la libertad la tuviste en mi confianza...y no la quisiste; preferiste seguir mintiendo y
construir un falso amor con quien no ama, sino
con quien te amarra. (tal tu deseo).
lunes, 5 de agosto de 2013
Nubarrón
(Pintura de María José Daffunchio) |
Ayer pasó la angustia con una sonrisa impuesta en la cara y la verdad es que, a pesar de su falsedad, le quedaba bien.¿A quién le importa la pose de la rutina? ¿Quién juzga los atributos de las voces que hablan y que nadie más escucha? ¿Qué pasará cuando sin querer alguien le haga caso a sus amigos imaginarios y nos encontremos varados en algún punto en común con las cuchillas en las manos?
Vayamos a nadar lejos de la sensación de morir a cada segundo y a cada transpiración inesperada; lejos de las descomposturas sociales; lejos del miedo de los demás que se hace propio; muy, pero muy lejos, de los pedacitos de infancia que siguen clavados como astillas en cada nuevo comienzo. ¿Pero cerca de qué?
Pedaleando las ideas esclavistas por las secuencias de amores repentinos y no lo suficientemente fugaces, la cadena ligera se suelta y el suelo se estampa contra las rodillas que no digieren el proceso de avanzar a pesar de todo. Un blíster, dos blíster, un cuarto de y otro cuarto para y un poco de lo otro para dormir.
(Quién comprende la contradicción de la dependencia para ser normal o estar a la altura cerebral de los demás.)
Porque según los que saben hay que evadirse de esas narraciones que vienen desde el aire hacia uno para hacer una compañía cósmica; Sí! Cósmica! Es brillante la galaxia de pensamientos cuando el encierro se vuelve habitual y todo es ....es....es...
jueves, 1 de agosto de 2013
Lástima.
Saltamos atrapados en la rutina de hervir
el agua para el té. Esperamos que la delicadeza
se asome sin preámbulos de arruinarse por una
incertidumbre sin destino aparente.
Quizás silenciar a las pretensiones de despertarnos
varados en la nada nos arroje una realidad triste;
sangraremos lo necesario para escupirnos abrazos
cuando rocemos el pensamiento en común que agoniza
por el orgullo lastimero.
Ya no hay caricias que no nos lastimen,
ni besos que nos envenene,
ni miradas que nos hagan sonreír,
ni palabras que nos puedan convencer que estamos bien,
ni silencios que nos torturen.
Ya no estamos. Ni siquiera fuimos.
Porque me perdí en la antesala de creerte.
el agua para el té. Esperamos que la delicadeza
se asome sin preámbulos de arruinarse por una
incertidumbre sin destino aparente.
Quizás silenciar a las pretensiones de despertarnos
varados en la nada nos arroje una realidad triste;
sangraremos lo necesario para escupirnos abrazos
cuando rocemos el pensamiento en común que agoniza
por el orgullo lastimero.
Ya no hay caricias que no nos lastimen,
ni besos que nos envenene,
ni miradas que nos hagan sonreír,
ni palabras que nos puedan convencer que estamos bien,
ni silencios que nos torturen.
Ya no estamos. Ni siquiera fuimos.
Porque me perdí en la antesala de creerte.
martes, 16 de julio de 2013
._.
Respiremos el aire atrapado
en nuestros silencios esquivos
que se evapora contaminado
por tus palabras escondedoras
de la realidad. Soy el absurdo
de tus besos y necesidad de
cariño estertoreo. Nada más
cruel que seguir fingiendo
ausencias e ir tirándole palabras
a la distancia cieguita y que no reaccione
a nada.
Es motivo de nuestra espera: La prueba
que nadie lleva a sus espaldas y no
pretendemos desprendernos de ella.
(nos gusta lastimarnos)
en nuestros silencios esquivos
que se evapora contaminado
por tus palabras escondedoras
de la realidad. Soy el absurdo
de tus besos y necesidad de
cariño estertoreo. Nada más
cruel que seguir fingiendo
ausencias e ir tirándole palabras
a la distancia cieguita y que no reaccione
a nada.
Es motivo de nuestra espera: La prueba
que nadie lleva a sus espaldas y no
pretendemos desprendernos de ella.
(nos gusta lastimarnos)
viernes, 14 de junio de 2013
Ho...
Entregá el sentido apuesto y quedate
con la resaca de la madera que camina
con bichos taladros y sueña ser un ataúd.
Sincronicemos la bienvenida al espanto
de no extrañarnos y de generar inquietudes
vestidas con harapos primaverales;
Como no hay tiempos, ni olores, ni visiones
más superficiales que las de nuestras manos
hachadas por las lapiceras que escriben sonoridades
invisibles a las tintas, vamos a quedarnos abrazados,
fingiendo dormir. No descansemos del amor: que nos acribille juntos.
con la resaca de la madera que camina
con bichos taladros y sueña ser un ataúd.
Sincronicemos la bienvenida al espanto
de no extrañarnos y de generar inquietudes
vestidas con harapos primaverales;
Como no hay tiempos, ni olores, ni visiones
más superficiales que las de nuestras manos
hachadas por las lapiceras que escriben sonoridades
invisibles a las tintas, vamos a quedarnos abrazados,
fingiendo dormir. No descansemos del amor: que nos acribille juntos.
jueves, 6 de junio de 2013
Shshsh
Y que ella te crea a vos o a mi
¿eso qué importa ahora? cuando
respiramos a descompás bajo las
sábanas que absorben tu perfume,
tu remera regalada y tu ausencia a cuentagotas.
Y que otros hablen por nosotros lastimándonos...
Y que todo sea incredulidad al máximo...
La Biblioteca no habla, vos la amaste cuando leíste a
los ópalos y su muerte. Cuando curaste a Osito.
Vos fluiste libre a mi lado y ahora ella te encierra
y tenés culpa.Reprimís abrazos en los días fríos...
Y ya nadie, ni vos mismo te entiende.
Y sigo con todas las contradicciones que potenciaste...
Y vos me ves y yo no te veo.
Viajamos.
Nos hacemos doler la cabeza.
Me usaste.
Te quise.
Entregaste en sonrisas deseos y días hermosos a tu lado y a ella promesas.
Y te vas, cuando ni siquiera se qué parte de tu sinceridad y mentiras se fueron ya.
¿eso qué importa ahora? cuando
respiramos a descompás bajo las
sábanas que absorben tu perfume,
tu remera regalada y tu ausencia a cuentagotas.
Y que otros hablen por nosotros lastimándonos...
Y que todo sea incredulidad al máximo...
La Biblioteca no habla, vos la amaste cuando leíste a
los ópalos y su muerte. Cuando curaste a Osito.
Vos fluiste libre a mi lado y ahora ella te encierra
y tenés culpa.Reprimís abrazos en los días fríos...
Y ya nadie, ni vos mismo te entiende.
Y sigo con todas las contradicciones que potenciaste...
Y vos me ves y yo no te veo.
Viajamos.
Nos hacemos doler la cabeza.
Me usaste.
Te quise.
Entregaste en sonrisas deseos y días hermosos a tu lado y a ella promesas.
Y te vas, cuando ni siquiera se qué parte de tu sinceridad y mentiras se fueron ya.
miércoles, 5 de junio de 2013
Cuchi, ya no más Pipi.
Que
nuestra boca sienta y que los cuerpos sigan hablando: porque la mente no
reacciona al momento doloroso de masticar todo el silencio y descubrir
que para sentir amor no es cuestión de distancia, sino de plena
confianza en pactar callar lo que en verdad se desea.
Respirar el ensueño cuando tu lengua salió a callar el discurso sobre lo que deberíamos hacer. Revuelco las lágrimas añorando tu miedo por si fertilizo la ventaja por habernos dejado caer en ese universo que se llama pasión instantánea.
Todavía seguís sin usar pasta dental pero te quejas del olor a alcohol que mi pelo desparramaba cuando el resto de tus ojos se acercaban a inspeccionar el gemido que se marca en tus muñecas y dedos.
¿Un error haber venido? ¿Venís una vez más y listo? ¿Te vas para siempre?
"Yo te quiero en serio" te dije. "No me permito extrañarte, lo reprimo" contestaste. Y confesaste estar asustado de que el vuelo llegue a destino no requerido, que la otra cree en mi, en las declaraciones de nuestro idilio marital. A pesar de todo sonreímos y quedamos en que cuando se casen yo les entregaré los anillos: No, dijiste tajante, vos tirás los pétalos de flores para que caminemos sobre ellos".
Hablamos de nada, custodiando la puerta para que no te vayas sin besarme...Yo te quiero y quise para que seas libre, para que disfrutes y no reprimas el amor que se puede sentir por otras personas.Yo lo entendí y te quise así y te dejaste querer; pero ante la realidad vos preferiste que otra te amarre, que te prohíba pensar en mi y que tengas que sentir en estos días la culpa por volver a estar en mi cama.
Y nos convertimos en marionetas de lo absurdo, cada cual, con su respectivo puñal en la sien.
Respirar el ensueño cuando tu lengua salió a callar el discurso sobre lo que deberíamos hacer. Revuelco las lágrimas añorando tu miedo por si fertilizo la ventaja por habernos dejado caer en ese universo que se llama pasión instantánea.
Todavía seguís sin usar pasta dental pero te quejas del olor a alcohol que mi pelo desparramaba cuando el resto de tus ojos se acercaban a inspeccionar el gemido que se marca en tus muñecas y dedos.
¿Un error haber venido? ¿Venís una vez más y listo? ¿Te vas para siempre?
"Yo te quiero en serio" te dije. "No me permito extrañarte, lo reprimo" contestaste. Y confesaste estar asustado de que el vuelo llegue a destino no requerido, que la otra cree en mi, en las declaraciones de nuestro idilio marital. A pesar de todo sonreímos y quedamos en que cuando se casen yo les entregaré los anillos: No, dijiste tajante, vos tirás los pétalos de flores para que caminemos sobre ellos".
Hablamos de nada, custodiando la puerta para que no te vayas sin besarme...Yo te quiero y quise para que seas libre, para que disfrutes y no reprimas el amor que se puede sentir por otras personas.Yo lo entendí y te quise así y te dejaste querer; pero ante la realidad vos preferiste que otra te amarre, que te prohíba pensar en mi y que tengas que sentir en estos días la culpa por volver a estar en mi cama.
Y nos convertimos en marionetas de lo absurdo, cada cual, con su respectivo puñal en la sien.
miércoles, 22 de mayo de 2013
SaGa
Ella pidió un cuento para distraerse de las cosas cotidianas que lastiman de forma injusta; pero dio con la persona equivocada. Qué describir en verdad si lo absurdo del dolor se impone de forma constante oliendo a días de cansancio de manera intermitente.
Quizás ellas están apuñalando al odio concentrado en el apretar de los dientes cuando los sueños morbosos aparecen para sudar el cuerpo descontrolado, a los dolores de cabeza con gusto a injusticia y al malestar en los pulmones donde muchas jirafas estiran el cuello para salir a través de la respiración para también probar el té y sus variedades.
(Ella le pidió un cuento y la otra dijo sí.)
A lo mejor ellas, como si estuvieran prediciendo la tristeza a cuesta que tendrían que tolerar por las personas de alrededor, con sus artillerías de punzantes palabras y actitudes vomitables, sonreían en demasía de pequeñas.
(Ella le pidió un cuento y la otra se bloqueó.)
Seguramente ellas necesitan esconder un vuelo en la espalda del elefante sombrero, hablar de cosas prácticas para espantar el juego sin gracia de los demás. Y que todo avance, que las preocupaciones por sanar sea compensando por un viaje de vientos, por sales dormidas por el tiempo,por mares donde la angustia se vaya navegando, por petunias para guardar en páginas de libros, por abrazos que no siempre serán sinceros pero contenedores.
(Ella le pidió un cuento y la otra no podía escribir.)
Por ahí ellas guardaron los no recuerdos en los pestañeos que escudan la miopía porque aún tienen la infancia en un presente continuo: los paseos en bicicleta, el olor a la cal, el ruido de los obreros trabajando, el campamento, los chapuzones en los charcos, los dibujitos animados, los cumpleaños que se festejaban con escondidas, rayuelas y títeres...
(Ella le pidió un cuento y la otra temió que se haga realidad)
PD: No hubo cuento pero sí esta disculpa.
PD2: No hubo cuento pero sí un revoltijo de pensamientos.
PD3: Ella no tuvo su cuento y la otra tuvo un presentimiento.
Quizás ellas están apuñalando al odio concentrado en el apretar de los dientes cuando los sueños morbosos aparecen para sudar el cuerpo descontrolado, a los dolores de cabeza con gusto a injusticia y al malestar en los pulmones donde muchas jirafas estiran el cuello para salir a través de la respiración para también probar el té y sus variedades.
(Ella le pidió un cuento y la otra dijo sí.)
A lo mejor ellas, como si estuvieran prediciendo la tristeza a cuesta que tendrían que tolerar por las personas de alrededor, con sus artillerías de punzantes palabras y actitudes vomitables, sonreían en demasía de pequeñas.
(Ella le pidió un cuento y la otra se bloqueó.)
Seguramente ellas necesitan esconder un vuelo en la espalda del elefante sombrero, hablar de cosas prácticas para espantar el juego sin gracia de los demás. Y que todo avance, que las preocupaciones por sanar sea compensando por un viaje de vientos, por sales dormidas por el tiempo,por mares donde la angustia se vaya navegando, por petunias para guardar en páginas de libros, por abrazos que no siempre serán sinceros pero contenedores.
(Ella le pidió un cuento y la otra no podía escribir.)
Por ahí ellas guardaron los no recuerdos en los pestañeos que escudan la miopía porque aún tienen la infancia en un presente continuo: los paseos en bicicleta, el olor a la cal, el ruido de los obreros trabajando, el campamento, los chapuzones en los charcos, los dibujitos animados, los cumpleaños que se festejaban con escondidas, rayuelas y títeres...
(Ella le pidió un cuento y la otra temió que se haga realidad)
PD: No hubo cuento pero sí esta disculpa.
PD2: No hubo cuento pero sí un revoltijo de pensamientos.
PD3: Ella no tuvo su cuento y la otra tuvo un presentimiento.
jueves, 16 de mayo de 2013
Apuro
En la corrida ansiosa de despertarte sin querer
administrar las manos, tropezaste con mis piernas
y volaste hasta el arco iris metálico de fechas escritas
en el espacio del segundero del despertador.
Amaste rápido el libro y huiste sin ganas por
los párrafos marcados.
Volvé. Un segundo nada más.
Pedaleá.
Y caete.
administrar las manos, tropezaste con mis piernas
y volaste hasta el arco iris metálico de fechas escritas
en el espacio del segundero del despertador.
Amaste rápido el libro y huiste sin ganas por
los párrafos marcados.
Volvé. Un segundo nada más.
Pedaleá.
Y caete.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Amoricidio
Reflejaba el sin tiempo corazón la espera adornada de caminos
cruzados por palabras aladas que se volaban al primer suspiro; y no
pestañeaba por su cansancio guerrero de querer cubrir a las excusas que
se exponían tan evidente ante el laberinto de favores.
Sin gestos, sin razones, sin nada más que una nulidad mental, decidió sin saberlo callar el llanto que tanto le molestaba para mover los brazos y extenderlos hasta el cuello del árbol que estaba recostado en el sofá con el café ya frío.
Hubo movimientos sin destrezas porque el miedo rondaba convertido en distancia tan contento porque no se unan, festejando la separación, sin darse por enterado que igual seguirían queriéndose sin poder decirlo.El miedo amarró la verdad y no dejó que el amor nade en las hojas librescas.
Pero ella, ojitos de corazón,amanta del amoricidio igual olía la madera del ser inerte, lo poseía descascarándolo con los pies, sacándole la humedad, expropiándolo para su patio desprolijo. Lo escupió, lo besó, le lloró, incluso le rogó que le despojara los besos golosinas que eran suyos.
Afuera, en el exterior de ese otro mundo de cosas que se deseaban, el clima se alborotaba, la lluvia nacía, el sol no aparecía porque aún estaba con resaca, la Luna nada quería saber y el cielo que prefirió fusionarse con la gran sombra del Universo.
Entonces estaban ellos, en el sofá, encerrados en la tentación aterradora de fracasar en la despedida ¿la hubo en verdad?.
Sin gestos, sin razones, sin nada más que una nulidad mental, decidió sin saberlo callar el llanto que tanto le molestaba para mover los brazos y extenderlos hasta el cuello del árbol que estaba recostado en el sofá con el café ya frío.
Hubo movimientos sin destrezas porque el miedo rondaba convertido en distancia tan contento porque no se unan, festejando la separación, sin darse por enterado que igual seguirían queriéndose sin poder decirlo.El miedo amarró la verdad y no dejó que el amor nade en las hojas librescas.
Pero ella, ojitos de corazón,amanta del amoricidio igual olía la madera del ser inerte, lo poseía descascarándolo con los pies, sacándole la humedad, expropiándolo para su patio desprolijo. Lo escupió, lo besó, le lloró, incluso le rogó que le despojara los besos golosinas que eran suyos.
Afuera, en el exterior de ese otro mundo de cosas que se deseaban, el clima se alborotaba, la lluvia nacía, el sol no aparecía porque aún estaba con resaca, la Luna nada quería saber y el cielo que prefirió fusionarse con la gran sombra del Universo.
Entonces estaban ellos, en el sofá, encerrados en la tentación aterradora de fracasar en la despedida ¿la hubo en verdad?.
martes, 14 de mayo de 2013
Fuiste- No
No escuches por favor lo que el silencio
te está diciendo a través de la ducha mal instalada,
no cantes más esa canción que tarareabas
cuando terminabas de hacer el amor
como lo hacen las arañas de casa.
No intentes cocinar lo que de mis
manos nacían porque te falta
sinceridad; y por supuesto no viajes
con el miedo y las excusas porque
el vacío de la cabeza no lo entenderá.
No huyas de nuevo por el laberinto
incendiado de corazones estancados,
no corras por la diagonal porque
está cortada con los abrazos de jirafas
que espían y avisan por dónde estás
perdido en este momento.
Fuiste una palabra ausente,
un ladrido simbólico,
un cariño despreocupado.
te está diciendo a través de la ducha mal instalada,
no cantes más esa canción que tarareabas
cuando terminabas de hacer el amor
como lo hacen las arañas de casa.
No intentes cocinar lo que de mis
manos nacían porque te falta
sinceridad; y por supuesto no viajes
con el miedo y las excusas porque
el vacío de la cabeza no lo entenderá.
No huyas de nuevo por el laberinto
incendiado de corazones estancados,
no corras por la diagonal porque
está cortada con los abrazos de jirafas
que espían y avisan por dónde estás
perdido en este momento.
Fuiste una palabra ausente,
un ladrido simbólico,
un cariño despreocupado.
viernes, 1 de marzo de 2013
EROS- MANIA- AMOR-MANIA-MANIA-MANIA
-->
No lo niegues, si se que dejaste el
papel de la golosina tirado en la calle de casa para que lo encuentre
y lo guarde en el cuaderno de apuntes donde descargo puesías. Por
eso no te hagas el indiferente por todas las veces que pasás frente
al trabajo, sonriendo y saludando una y otra vez ¡¡¡ es por mi!!!
Ahora contestame cuando te hablo sobre atrapar luciérnagas que se
esconden adentro de la casa, y no mires las nubes buscando formas
románticas cuando las expresiones de la cara son más delicadas y
enamoradizas para tus ojos que no se despegan de los gestos que
realizo de manera automática y sin planificación.
¿Qué?: ¿no me conocés? ¡Cómo vas
a decir eso! Con todas las caminatas que tenemos rozandonos los dedos
con la excusa de pasear a los perros, con los minutos aletargados de
cola en el supermercado, observándonos de reojo para que nadie
sospeche de todo el deseo que nos transmitimos. ¿No me conocés? Te
estás esquivando en tu propio laberinto endulzado por todas las
caricias que te dejé en el colchón y por los besos purpurinados
debajo de la almohada.
El papel perfumado, las bolsitas de
cumpleaños, los boletos de tren, los anteúltimos asientos del micro
y la música que liberás para que la escuche. Sí, así te
comunicaste conmigo la primera vez cuando llovía sin descanso y las
calles se inundaban. Prendías la luz para que te vea a través de
los ventanales laterales; ella te abrazaba pero se que es porque te
está perdiendo y cada vez más somos uno los dos ¿cuándo no lo
fuimos?
El tiempo descansa panza arriba cada
encuentro esperado y que por alguna razón no podés asistir ¿qué
hiciste ayer en vez de estar en la plaza conmigo? Traté de hablarte
pero no contestaste....Aún me sonrojo cuando tu cara se espantó
ante mi reacción de consultarte sobre el futuro hogar, de querer
llevarme las Begonias de tu casa y de pedirte que por favor, no le
digas a nadie de lo nuestro.
Y sigo sonriendo mientras limpio el
patio de casa para que tus cosas entren sin problemas, y quizás
reacomode la pieza porque el colchón que se estira en el piso se
humedece ante nuestros amores, lágrimas y sudores de encuentros
silenciosos y silenciados por la Luna que se cubre de agua para no
ser cómplice.
Ya son meses y todavía no te decidiste
a comprender que necesito que seas vos el que corte el pasto y pinte
el baño que está siendo comido por la humedad. Y no existe la
resignación a abrazarte despacio, con el viento del otoño
aproximándose y con algunas mariposas atemporales atrapadas por las
telas de arañas que conservo como un tesoro tan valioso como tu
sonrisa.
Es otro año más de espera, pero ¡qué
se va a hacer! mientras el dolor persista se que es un amor de
verdad.
jueves, 28 de febrero de 2013
vueltas
son círculos decorados con insomnio
de dudas acribilladas por las promesas.
sos una nada que supo mentirme mal
y yo creerle por vergüenza a expresar
los sentimientos dolorosos.
Qué querés o buscás está demás preguntarlo,
pero agoto las oportunidades para que, aunque
sea de lástima, me quieras abrazar.
de dudas acribilladas por las promesas.
sos una nada que supo mentirme mal
y yo creerle por vergüenza a expresar
los sentimientos dolorosos.
Qué querés o buscás está demás preguntarlo,
pero agoto las oportunidades para que, aunque
sea de lástima, me quieras abrazar.
jueves, 21 de febrero de 2013
Anhedonia
Puede ser que se necesite de algún adjetivo anormal para justificar su falta de interés a las acciones comunes; porque eso de andar socializando con personas no es su fuerte, como tampoco le importa escucharlas como asentir a sus dichos y objeciones sobre la cotidianeidad. Creo que la Sin Nombre divaga en sitios de bibliotecas inexistentes porque varias veces tropieza en la vereda por culpa de los abrazos acalambrados del silencio.
Sucede que cuando los días vienen vestidos de tiempos aletargados y seducidos por el insomnio, llora ahogándose contra el tercer árbol del jardín, asustando a las promesas, espantando a las caricias, remordiendo a la sutileza de la belleza que intenta adorarse en ella. Y todo se convierte en estaciones sin meses fijos, porque no hay forma de verla sonreír o que esboce algún brillo en los ojos;para enterarse si sus sentidos funcionan al unísono no hay parámetros que se le apliquen o test que descarguen un estado emocional que se vuelva sinónimo de medicamentos crónicos.
Es rara, extraña, lela, introvertida, miedosa, rutinaria, quejosa, malhumorada; es un componente de depresión, angustia,insatisfacción, pero sobre todo, por lo que mejor se la define es por su inapetencia social.
Un chapuzón mental para que las palabras se refresquen con la sangre que sube ritmicamente hacia la cabeza que se hace hacia un costado y vuelve al centro mientras sus ojos son azotados por una lluvia de pestañeos; un chapuzón para tratar de soltar las palabras que aún tiene amarradas en las orejas.
Y hasta que esto no suceda, la Sin Nombre se seguirá encerrando en el baño bajo llave, le va a dar asco día tras día el olor de su propio cuerpo, se descompondrá por cualquier circunstancia donde deba fundamentar el por qué de su actuar, vomitará las tardes en que escuche la canción dedicada y se atornillará a sus rodillas cuando golpeen la puerta de la casa.
No habrá nadie, no hay nadie y la Sin Nombre siempre juega o se muestra una Nadie con todo una nada encima por catalogar
Hay momentos en que se duerme donde esté aunque no sepa cómo llegó hasta ése lugar, otros que deambula por el supermercado, días en que silba la misma tonada y noches en que la luz no se apaga; y luego ya no hay momentos: porque se ahoga en los libros, nada acalambrada en falsedades y se otorga la pena de asentir por aquellas cosas que los demás esperan.
Y ella condenada a un gesto expresivo tan triste , lo único que espera es la frigidez de los segundos acalambrando al tiempo: así se vuelve invisible y ni siquiera tenga que soportar en ecos las palabras que se descosen cuando la nombran; y espera, sangrando dolores, que los ciclos temporales se desvanezcan y ardan en infiernos celestiales así nadie, nadie, nadie intente describirla.
Pobrecita.
Sucede que cuando los días vienen vestidos de tiempos aletargados y seducidos por el insomnio, llora ahogándose contra el tercer árbol del jardín, asustando a las promesas, espantando a las caricias, remordiendo a la sutileza de la belleza que intenta adorarse en ella. Y todo se convierte en estaciones sin meses fijos, porque no hay forma de verla sonreír o que esboce algún brillo en los ojos;para enterarse si sus sentidos funcionan al unísono no hay parámetros que se le apliquen o test que descarguen un estado emocional que se vuelva sinónimo de medicamentos crónicos.
Es rara, extraña, lela, introvertida, miedosa, rutinaria, quejosa, malhumorada; es un componente de depresión, angustia,insatisfacción, pero sobre todo, por lo que mejor se la define es por su inapetencia social.
Un chapuzón mental para que las palabras se refresquen con la sangre que sube ritmicamente hacia la cabeza que se hace hacia un costado y vuelve al centro mientras sus ojos son azotados por una lluvia de pestañeos; un chapuzón para tratar de soltar las palabras que aún tiene amarradas en las orejas.
Y hasta que esto no suceda, la Sin Nombre se seguirá encerrando en el baño bajo llave, le va a dar asco día tras día el olor de su propio cuerpo, se descompondrá por cualquier circunstancia donde deba fundamentar el por qué de su actuar, vomitará las tardes en que escuche la canción dedicada y se atornillará a sus rodillas cuando golpeen la puerta de la casa.
No habrá nadie, no hay nadie y la Sin Nombre siempre juega o se muestra una Nadie con todo una nada encima por catalogar
Hay momentos en que se duerme donde esté aunque no sepa cómo llegó hasta ése lugar, otros que deambula por el supermercado, días en que silba la misma tonada y noches en que la luz no se apaga; y luego ya no hay momentos: porque se ahoga en los libros, nada acalambrada en falsedades y se otorga la pena de asentir por aquellas cosas que los demás esperan.
Y ella condenada a un gesto expresivo tan triste , lo único que espera es la frigidez de los segundos acalambrando al tiempo: así se vuelve invisible y ni siquiera tenga que soportar en ecos las palabras que se descosen cuando la nombran; y espera, sangrando dolores, que los ciclos temporales se desvanezcan y ardan en infiernos celestiales así nadie, nadie, nadie intente describirla.
Pobrecita.
miércoles, 6 de febrero de 2013
Miedo
Estoy aterrorizada , con miedo a que te espante la inseguridad que está adosada en la cadera odiosa junto al gesto constante de duda; todo porque la intención perturbadora de tus palabras que salieron porque sí, sin sentido alguno pero que el infanticidio lo convirtió en desvelo, se dedican desde ayer a roer los abrazos que había colgado en el ropero para el invierno penoso.
Acusaste al amor de algo, adjetivaste la noche con lágrimas, sacudiste el intento de un bienestar y diste comienzo a un nuevo ataque de duelo marital. Con todo lo que te quería y necesitaba para levantar el Karma ajeno que se había instalado en casa; y así, con todas las locuras revueltas en una ensalada de celos inapropiados, y con las ojeras que nacen a la altura del vacío y se extienden hasta los sueños, pretendo escalar las sonoridades ambiente de pesimismo.
Tal vez el cóctel de pastillas recetadas dormiría a las neuronas, pero mejor creo en las intenciones de las reacciones incentivadas desde el deseo de escuchar esas incertidumbres que bailan en tus sonrisas que no existen por mi, sino por tus ensoñaciones de amores imposibles.
Y entonces, convertida en tu conformidad, sigo siendo la extensión de la página más triste del tercer libro del segundo estante de la biblioteca. Mientras dormís tapado con tu bienestar de huida mis piernas acusan a las palabras de haber avanzado tanto, tengo un juicio interior y la tristeza desparramada en el día, por eso: guardo los momentos planeados para compartir en las lágrimas programadas bajo la ducha, espero muriendo en rutina que al menos necesites escupirme la cara, anhelo de una vez por todo que digas mis errores y no sigas culpándote por propinar compasión a la cintura en donde descansa tu mano, por sonreír ante los ojos que escuchan barbaridades desde tus dientes, por sentarte a cenar agradeciendo lo cotidiano, por crear ilusiones en madrugadas de película y por todas las nimiedades que moldeaste logrando que las ensoñaciones piensen y se crean (las muy vanidosas) que eran para ellas.
Estaba convencido el miedo que tus besos eran finales de oraciones que nacían desde la punta de tus dedos sucios y decidían suicidarse en el principio de alegría que estaba creciendo en la cara ausente de revelaciones amoriles. Pero sin dudas andaba todo un poco equivocado, porque resulta que sea una posibilidad que no sos el personaje preferido de la novela ausente y que ni siquiera hayas dicho y escrito bonitos futuros.
Porque te aluciné. Te convertí en real. Y eso te dio derecho a humillarme. A decir tus pensamientos como si yo fuera un depósito de tus sentimientos con el nombre de otra.
Ahora comienza una nueva temporada de té con tazas desparejas. Porque
no me querés y eso me da frío.
Mucho frío.
Acusaste al amor de algo, adjetivaste la noche con lágrimas, sacudiste el intento de un bienestar y diste comienzo a un nuevo ataque de duelo marital. Con todo lo que te quería y necesitaba para levantar el Karma ajeno que se había instalado en casa; y así, con todas las locuras revueltas en una ensalada de celos inapropiados, y con las ojeras que nacen a la altura del vacío y se extienden hasta los sueños, pretendo escalar las sonoridades ambiente de pesimismo.
Tal vez el cóctel de pastillas recetadas dormiría a las neuronas, pero mejor creo en las intenciones de las reacciones incentivadas desde el deseo de escuchar esas incertidumbres que bailan en tus sonrisas que no existen por mi, sino por tus ensoñaciones de amores imposibles.
Y entonces, convertida en tu conformidad, sigo siendo la extensión de la página más triste del tercer libro del segundo estante de la biblioteca. Mientras dormís tapado con tu bienestar de huida mis piernas acusan a las palabras de haber avanzado tanto, tengo un juicio interior y la tristeza desparramada en el día, por eso: guardo los momentos planeados para compartir en las lágrimas programadas bajo la ducha, espero muriendo en rutina que al menos necesites escupirme la cara, anhelo de una vez por todo que digas mis errores y no sigas culpándote por propinar compasión a la cintura en donde descansa tu mano, por sonreír ante los ojos que escuchan barbaridades desde tus dientes, por sentarte a cenar agradeciendo lo cotidiano, por crear ilusiones en madrugadas de película y por todas las nimiedades que moldeaste logrando que las ensoñaciones piensen y se crean (las muy vanidosas) que eran para ellas.
Estaba convencido el miedo que tus besos eran finales de oraciones que nacían desde la punta de tus dedos sucios y decidían suicidarse en el principio de alegría que estaba creciendo en la cara ausente de revelaciones amoriles. Pero sin dudas andaba todo un poco equivocado, porque resulta que sea una posibilidad que no sos el personaje preferido de la novela ausente y que ni siquiera hayas dicho y escrito bonitos futuros.
Porque te aluciné. Te convertí en real. Y eso te dio derecho a humillarme. A decir tus pensamientos como si yo fuera un depósito de tus sentimientos con el nombre de otra.
Ahora comienza una nueva temporada de té con tazas desparejas. Porque
no me querés y eso me da frío.
Mucho frío.
martes, 5 de febrero de 2013
Eso
Callate burbuja que el viento estancado
vomita agua de lluvias otoñales
porque te cansaste de bailar
entre el almuerzo de la jirafa
presumida de explosiones.
Sabès que el tèrmino ataca
a los saldos de besos escupidos
por los abrazos, vìctima de
la muerte liviana.
Afirmate al ataùd llegando
al destierro de los colores;
sentite libre...
muy.
vomita agua de lluvias otoñales
porque te cansaste de bailar
entre el almuerzo de la jirafa
presumida de explosiones.
Sabès que el tèrmino ataca
a los saldos de besos escupidos
por los abrazos, vìctima de
la muerte liviana.
Afirmate al ataùd llegando
al destierro de los colores;
sentite libre...
muy.
miércoles, 30 de enero de 2013
Todo eso
Dormida en el tiempo ficticio de convivencias
entre esa nada y esos abrazos; asfixiada de espantos
calmados por inseguridades domésticas; desmayada
ante las palabras que gimen orgasmos casi imperceptibles
al cuerpo escurridizo.
entre esa nada y esos abrazos; asfixiada de espantos
calmados por inseguridades domésticas; desmayada
ante las palabras que gimen orgasmos casi imperceptibles
al cuerpo escurridizo.
miércoles, 23 de enero de 2013
A Saturno
No hables con verdades porque arruinás todo; mejor cantá bajito cerca del oído izquierdo una canción que nombre a caracoles, tintas, crayones, distancias varias y besos espantosos. De no existir ninguna inventala, creo merecerla. Pero como toda tormenta de estrellas que acosan a Saturno parecen interminables, te advierto que voy a estar distraída.
No es que no te quiera, es que me dejaste durmiendo, sin abrazo de despedida; y no es que no te quiera hablar, es que no tenés nada que decirme; y no es que no te quiera pasar a buscar, es que me dejaste ocupada pensando en vos. Ya ves, ya lees sin comprensión lunática, ya sentís que nada de lo que tengo escondido te pueda sorprender. Menos mal que los monstruos aún descansan debajo de la cama custodiando los sueños que espantan a esas ilusiones que adosaste con alfileres de gancho en el colchón.
Admito que la noche se siente incómoda, por eso quiero volar a los anillos cósmicos, para aspirar asteroides y volver con poderes simples de esperas que se vuelven asquerosas de ansiedad; y como ayer estuve hablando con algunos bichitos de luz y me contaron que te vieron bailar sobre algunas de mis palabras, supongo que en cierto modo te alegran, y no me pidas más porque ya tendrás suficientes. a lo mejor te empalagaron o te hicieron huir cuando entendiste el significado.
No, no es fácil cuidar de una maniática, paranoica, supersticiosa, traumática, pero tampoco pretendo que cuides de algo que no entiendo cómo funciona.
Qué se yo, pasa que el humor cambia sin aviso y tus dudas las tengo inyectadas de forma intravenosa, como todo lo que prometiste y te creí.
Y tal vez soy de fácil sustitución y el cielo donde levitás es más entretenido que los libros donde me ahogo con facilidad.
Qué bronca, no te puedo culpar.
No es que no te quiera, es que me dejaste durmiendo, sin abrazo de despedida; y no es que no te quiera hablar, es que no tenés nada que decirme; y no es que no te quiera pasar a buscar, es que me dejaste ocupada pensando en vos. Ya ves, ya lees sin comprensión lunática, ya sentís que nada de lo que tengo escondido te pueda sorprender. Menos mal que los monstruos aún descansan debajo de la cama custodiando los sueños que espantan a esas ilusiones que adosaste con alfileres de gancho en el colchón.
Admito que la noche se siente incómoda, por eso quiero volar a los anillos cósmicos, para aspirar asteroides y volver con poderes simples de esperas que se vuelven asquerosas de ansiedad; y como ayer estuve hablando con algunos bichitos de luz y me contaron que te vieron bailar sobre algunas de mis palabras, supongo que en cierto modo te alegran, y no me pidas más porque ya tendrás suficientes. a lo mejor te empalagaron o te hicieron huir cuando entendiste el significado.
No, no es fácil cuidar de una maniática, paranoica, supersticiosa, traumática, pero tampoco pretendo que cuides de algo que no entiendo cómo funciona.
Qué se yo, pasa que el humor cambia sin aviso y tus dudas las tengo inyectadas de forma intravenosa, como todo lo que prometiste y te creí.
Y tal vez soy de fácil sustitución y el cielo donde levitás es más entretenido que los libros donde me ahogo con facilidad.
Qué bronca, no te puedo culpar.
lunes, 7 de enero de 2013
He dicho.
No trates de espantar a las palabras
que se visten de belleza incontrolables, justo ahora que logré
empantanar las decisiones y até al mástil a la desconfianza y
congelé, junto a las hojas de menta, las sonrisas frías que se
bañaban en la tierra de arrumacos ficticios.
No seas insoportable con las vueltas en
bicicletas, no ahuyentan ni conmueven, porque en determinadas épocas
soy la casa de un caracol y en otras salgo de laberintos sin
necesidad de ovillos de hilos.
Ahora que ya no hay climas ni temas de
conversación que importen se trata de entender el por qué de lo
bueno de hoy ya no lo es al rato, al cabo de horas lo lindo es feo,
las palabras de consuelo sonarán a mentiras de lástima, las
caricias y abrazos tendrán el gusto de la conformidad, y la rutina,
siempre andariega, tratará de convencer a las neuronas neuróticas
que siga llevando la máscara de comprensión y que por dentro un
vómito de inseguridad sea la sangre del corazón roído.
Mientras tanto hagamos como si nada,
que el aura celestial siga entregando la calma a los pensamientos de
querer fusilar tu pose; no es de mala, ni de persecuta, simplemente
es para que te ahorres el trabajo de hacer que el tiempo pase
desgastando ficciones de besos que no se sienten.
Pero...¿y todas esas nubes que pasan
descontroladas adentro de tus ojos? ¿y todos los títulos de
demencia que gané esperándote con explicaciones absurdas? ¿ y
todas las oxidaciones de manos que reprimieron zamarreos
incondicionales? Sin espantos las desconexiones no se impacientan,
pero el codo de la Luna sale lastimado de tanto molestarla para que abrace a los sueños borrachos de catatonias. ¡Y qué madrugada
asquerosa!: tu sudor de mentira, tus abrazos de silencios, tus
brillos egoístas, tu respiración de libro viejo... Construís las
oraciones con los miedos despojados de preguntas al momento en que
las cosquillas empiezan a cocinar risitas tontas.
El aire empieza a esparcirse en forma
mitológica y la asfixia es reparadora para la música que sale desde
los suspiros de la Biblioteca que tantas veces nos vio escupir
decisiones fetiches; porque ya el momento de crear se fugó para
darse un chapuzón en la pileta llena de pasados inconclusos y
objetos atascados que nada representan.
Y por eso, por retraída de no encastrar con las normas y reglas de obediencia marital te pincho con el alfiler que sujeta lo
poco que queda del horror por haberte acariciado y te ahogo con la
inocencia que hurtaste de los dolores.
Chau.
viernes, 4 de enero de 2013
Lejos
Agarro el papel y empiezo a llorar pastos húmedos;
y aunque Caracolina me susurra obviedades que fusilo con distancia,
sos palabra incomprensible para el idioma de mi dolor.
Creaste un habitante de biblioteca que miente sintiendo
sonoridades ambiente, levitando en frases que se cortan
con el aire filoso de kilómetros.
Nada es real salvo el pasaporte a Saturno para imaginar
lo que es la ansiedad y sentirle el sabor a la espera. Lenta,
la indecisión acecha tus dedos que no corresponden a mi
extrañar de sonrisas.
Sos extensión de caricias ásperas que caen desde el árbol,
ocultando las intenciones de los brazos embarrados de silencios. Y a pesar de no ver juntos cómo caen las hojas de los pies, calmamos
la sed de haber desertado noches trenzadas.
Entonces: a compás rítmicos de desencuentros nos vamos
moldeando sin finalidad alguna más que un abrazo envuelto en amor.
(del verdadero)
y aunque Caracolina me susurra obviedades que fusilo con distancia,
sos palabra incomprensible para el idioma de mi dolor.
Creaste un habitante de biblioteca que miente sintiendo
sonoridades ambiente, levitando en frases que se cortan
con el aire filoso de kilómetros.
Nada es real salvo el pasaporte a Saturno para imaginar
lo que es la ansiedad y sentirle el sabor a la espera. Lenta,
la indecisión acecha tus dedos que no corresponden a mi
extrañar de sonrisas.
Sos extensión de caricias ásperas que caen desde el árbol,
ocultando las intenciones de los brazos embarrados de silencios. Y a pesar de no ver juntos cómo caen las hojas de los pies, calmamos
la sed de haber desertado noches trenzadas.
Entonces: a compás rítmicos de desencuentros nos vamos
moldeando sin finalidad alguna más que un abrazo envuelto en amor.
(del verdadero)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)